La ubre y el dragón

León

El consejero Sarandonga lo ha vuelto a hacer. La concesión del Premio Castilla y León de las Letras al gran follador es una muestra más del espíritu clientelar y sectario de los que venían a regenerar la política. Dragó no ha escrito una línea decente desde hace más de 40 años cuando publicó Gárgoris y Habidis y ha mantenido su poltrona en Parnaso literario a base de establecer récords coitales en la tercera edad, de dar conferencias sobre el sexo tántrico y de hacer gala de su pedofilia japonesa. Pero entiéndaseme, nada que objetar a esta apología de la jodienda.

Lo que no es de recibo es que el mandarín santonjil regale 18.000 euros del erario público a un hagiógrafo del Gran líder barbado, a un vocero penoso del catecismo verderón y miembro destacado de la Fundación Disenso, abrevadero moral y , por lo que parece, también económico del Patriotismo sin complejos. Convendría al menos taparse un poquito, aunque fuera con la bandera gallinácea.

Pero va a ser que no, porque a estas alturas de la cruzada, ya todo el mundo debería tener claro que estos han venido solo a hablar de su libro. A saber, de la multinómina del consejero catedrático, de los 80.000 anuales del Gallardo mancebo, o de los 1,5 millones que se llevan los asesores aúlicos nombrados entre primos, hermanos y sobrinos. Todos ellos poetas y cantores………como Dragó.