Casa Florencio gestionará el nuevo proyecto de restauración de Protos

Aranda de Duero

Después de tantos años en la restauración, un nuevo reto que sumar no viene mal. Eso es lo que ha debido de pensar Rafa Miquel, de Casa Florencio, y todo su equipo, al aceptar la oferta para regentar Ágora, el nuevo proyecto de Protos en Peñafiel que abrirá sus puertas este mes de febrero. Carlos Villar, Director gerente de la reconocida firma, explicaba en la SER de Peñafiel hace unos días que "preferimos confiar la gestión del restaurante a un profesional, y tras valorar a muchas personas tenemos una gran afinidad con Rafa Miquel, como uno de los asadores más conocidos y de más prestigio de la Ribera del Duero". Será por tanto "una gestión compartida en los diferentes espacios pero dedicando a cada uno lo que mejor sabe hacer para profesionalizar los muchos servicios que se darán" y una sinergia "para que esto se convierta en un polo de atracción".

Miquel, que este miércoles nos acompañaba en nuestro espacio junto a la Ruta del Vino Ribera del Duero, explica que "como en toda relación hemos tenido nuestras disputas pero es fantástico trabajar con ellos por su seriedad, ambición y profesionalidad es fantástico". "Nunca me he aburrido, pero como sabes soy un creyente de que en esta tierra hay mucho por explotar en el enoturismo, y siempre me he considerado parte de esa ola en crecimiento. Por ello creo que todos nos podemos aprovechar y ponerlo en valor", añade, recordando que se pone en marcha "el funcionamiento de un restaurante castellano que apuesta por la emoción y la calidad".

Tras ser elegido como restaurador, "siempre han dicho que se quedaban con nosotros porque yo no soy hostelero", dice entre risas. "Creen que nuestra aportación como visión empresarial les iba a ligar más, pero al final repito que hemos podido concretar en algo como mínimo emocionante. Y van valorando nuestras aportaciones añadidas", revela.

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¿Qué va a ser Ágora?

"Es una apuesta desde el punto de vista de Protos de más que un restaurante. Fiel a su nombre, es un punto de encuentro en el que ellos aportan el wine bar o tienda donde realmente la apuesta es brutal dando un paso más en experiencias y catar alrededor del vino, y nuestra suma es la conjunción de un restaurante con dos espacios. Por un lado una parte interior y le hemos sumado una terraza con también espacios climatizados", asevera, explicando que las propuestas "no solo van al lechazo, vamos a más, con atrevimientos en mezclas e innovaciones pero sin desestructurar materia", y con un producto "cercano". "La tradición manda pero podemos divertirnos", sentencia Miquel, apuntando a la novedad de un restaurante que servirá tanto para el día a día como los eventos aunque no grandes "porque las capacidades son parecidas a Casa Florencio", siendo un restaurante "para familias, negocios, o encuentros" para todos los días del año y sin noches hasta el verano.

La charla puede reproducirse en el audio superior, y en la siguiente

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