Cascajares es hoy más fuerte

Palencia

Cascajares inició su andadura en el 94 gracias a la apuesta de dos jóvenes empresarios por un producto tradicional. Empezaron desde cero con recursos muy limitados pero pronto se convirtieron en un modelo ejemplar de emprendimiento.

Hoy desde Dueñas, Cascajares aporta un gran valor a la sociedad palentina. Lo primero porque genera actividad económica en la región y casi 100 puestos de trabajo en nuestra provincia, lo segundo porque nos pone en el mapa. Lo hizo de manera especial en 2004 cuando su capón relleno formó parte del menú en la boda de los entonces príncipes de Asturias.

Y además de todo esto, es una empresa comprometida con los que más lo necesitan, una cuarta parte de sus empleados son personas con alguna discapacidad y sus afamadas subastas solidarias de capones en navidad, que se realizan desde hace 23 años, han conseguido recaudar un acumulado de más de 1 millón de euros que se destinan a diferentes causas benéficas. Todo esto le ha valido múltiples premios y reconocimientos del mundo empresarial pero sobre todo de las personas que trabajan en su entorno.

En la madrugada del jueves su fábrica ubicada en Dueñas, quedó completamente calcinada como consecuencia de un incendio. Y aquí es donde viene lo que más me ha impactado de esta empresa que la hace aún más grande. Le he escuchado varias veces a su presidente, Alfonso Jiménez, decir textualmente, "estamos felices porque no ha habido que lamentar ninguna desgracia personal, somos gente muy dura, somos castellanos, nos vamos a levantar en el menor tiempo posible para recuperar el empleo y la actividad, para no dejar tirado a nadie, a nuestros empleados, pero también a nuestros proveedores y clientes".

Su actitud me parece de una positividad y optimismo aplastante. Hay que ponerse en la piel de un empresario que ve en directo como arde de forma imparable su fábrica y oficinas, para valorar realmente esta forma de afrontarlo, lo más humano es derrumbarse...

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¿Y cómo se sentirá un empleado, una familia cuyos ingresos dependen de esta empresa, mientras ve cómo todo su trabajo se convierte en cenizas? Merece sin duda el máximo apoyo de instituciones, como parece que se va a producir y de otras empresas amigas que parece ser, también le ofrecen su ayuda, e incluso sus instalaciones para seguir produciendo.

El buen hacer de esta empresa y su marca Cascajares, que tanto esfuerzo les costó construir, pero que también les ha dado muchas alegrías, es algo con lo que el fuego no ha podido ni podrá. Así lo han querido dejar claro sus propietarios, Cascajares se hace hoy más fuerte y más grande y nos llena de orgullo tener empresarios y personas con esta autodeterminación en nuestra tierra, ¡enhorabuena!.