Los 6 de Llombera

León

Dicen los papeles que el próximo 6 de febrero se retoma el juicio por la muerte de seis mineros y la graves heridas sufridas por otros tantos en el Pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco Leonesa. Aquella desgracia, la última de una minería que ya estaba en extinción, ocurrió el 28 de octubre de 2013. Han tenido que pasar casi 10 años para que esta justicia tortuguil llegue al juicio.

Se intentó en abril del 21, pero las defensas recordaron súbitamente, ocho años después , que la empresa tenía seguros de responsabilidad civil . Qué memoria tan mala y funesta incluso para definir quién paga lo que de ninguna manera se puede restaurar.

Uno escucha a los familiares de los muertos, como Laura o Manuel Moure, lamentar el dolor de esta década sin justicia, la incompetencia de la jueza, la frialdad de la fiscalía o la desaparición inaudita de los sindicatos en la causa y no puede por menos que confirmar que solo hay una ley para los poderosos y una justicia contra los pobres.

Diez años son una eternidad para las familias, para las viudas, los padres, los hijos. Diez años son un desierto de dolor, una llaga que no cesa de sangrar , ante la inhumanidad de una justicia que trabaja con autos, diligencias y procedimientos, cuando de lo que hablamos es de ausencias, lágrimas y orfandad eterna. Pero eso no está en el Código penal, ni en la sentencia que llegará como siempre tarde, inútil y rebajada por un rosario de dilaciones indebidas pero muy benefactoras siempre para los condenados.