Las mayores curiosidades del río Duero: de su mayor desbordamiento a los metros de profundidad

Aranda de Duero

Este lunes nos hemos levantado con lluvia y con mucho aire, y va a ir a más. La AEMET ha subido la alerta amarilla de este lunes a la naranja de mañana martes, y la verdad, en algunos momentos de la madrugada y el día el aire se ha hecho notar. Hemos iniciado el mes de enero con un temporal en el que sobre todo no ha faltado el agua, siendo testigos de pueblos con inundaciones, desbordamientos de ríos… Si nos miramos el ombligo, y suena triste decirlo, Aranda de Duero vive de espaldas a sus ríos. Muchas localidades de toda España soñarían con tener el potencial natural del que dispone la capital ribereña; un potencial, todo hay que decirlo, desaprovechado. Y empezando por el principal protagonista que nombra nuestra ciudad, el Duero. Este lunes en La Ventana Edición Ribera hemos querido precisamente asomarnos al él para conocerlo junto a José Luis Esteban, miembro del Club Espeleo Duero -el único que de forma involuntaria, por cierto, lo limpia-. Y esa tarea es fundamental. Porque puede evitar desbordamientos innecesarios.

Desbordamientos fuertes

"El río baja rápido y fuerte, no hemos tenido desbordamientos pero su causa principal es la suciedad y la acumulación de troncos y demás. Aquí en el centro de Aranda lo limpiamos nosotros, pero río arriba o abajo veremos troncos cruzados, arrastrados, que son un peligro. El agua tiene mucha fuerza y no se le puede poner barreras. Ha habido ya tragedias, y si los cauces están limpios sube el cauce pero no pasa nada más", explica, recordando que "hace 8-10 años estuvimos con las piraguas por el paseo del Barriles", pero que antes de hacerse presas como La Cuerda del Pozo, el agua llegó "a la parte baja de la calle Postas, donde está el cine".

¿Cómo es el Duero en Aranda y cuánto mide?

Esteban asevera que "el Duero es increíble", pero con base científica y experimental de por medio. "Del Puente Bigar al Barriles cubre poco, aunque no se ve por la suciedad del agua. Pero más arriba hay zonas de hasta cinco metros. Y a los pocos años sin embargo ves que donde cubría mucho de repente cubre poco, y al revés. Nosotros lo vemos cuando hiela mucho, que el agua se aclara y ves el fondo. Pasas por sitios donde veías profundidad y este año ves un metro. Por eso a la gente que se tira de cabza al río le recomiendo que le tenga respeto; si te quieres hacer el valiente puedes llevarte un susto. La zona de Aranda es de las más estables porque el suelo es piedra, pero cuando se acumulan árboles o hay lodos y demás, se mueve todo. Hace cuatro años en La Amable había una isla y ya no está. El Duero cambia constantemente", explica.

¿Debemos fomentar el uso del río?

El miembro de Espeleo Duero entiende que el río puede utilizarse perfectamente con fines recreativos, y anima a que se dé el paso. "En Aranda desde donde está la presa de Don Pulio, hasta la presa de la Azucarera es una balsa, se puede transitar para estar barcas como las del Barriles, siempre y cuando seamos prudentes. Se podían hacer paseos preciosos y tenemos 3,5 kilómetros preciosos; ida y vuelta ya son 7. Y a Aranda le vendría bien. No entrañan peligro las barcas si eres prudente. Estaría bien que se le diera más uso al río", apostilla José Luis, recordando que "si muchas ciudades tuvieran solo el Duero, ya se darían con un canto en los dientes", mientras en la capital ribereña "mucho Duero pero vivimos de espaldas a él y no le cuidamos nada", a excepción claro de la parte arandina donde, gracias a su club, el río es digno. Pero muy desaprovechado.

La charla al completo se puede reproducir en el audio superior.