Los trabajos de limpieza del claustro de San Francisco dejan al descubierto elementos importantes de la historia patrimonial e industrial de la villa

Cuéllar

Aunque el exterior no ha sufrido ningún cambio, el interior del claustro y la huerta de San Francisco en pleno centro de Cuéllar han recibido ya numerosas visitas de trabajo que empiezan a poner en valor este inmueble que compró el Ayuntamiento por 487.500 euros. Hasta el momento se calcula que se han invertido unos 100.000 euros en trabajos de limpieza, desescombro y de arqueología industrial a los que a principios del próximo año se sumarán otros de arqueología de suelo y muros, el plan director que va a elaborar el estudio de arquitectos locales de Fernando y Jesús Nieto.

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Una gran bascula de pesaje junto a lo que podrían ser restos de pinturas de la antigua Cofradía de la Veracruz asentada en el Convento, dan la bienvenida al cruzar el umbral de la antigua fábrica de achicorias construida en lo que era el antiguo claustro de San Francisco. Estas pinturas se podrán conservar junto con la maquinaria y la documentación encontrada que se pretender estudiar, analizar y documentar porque entre otros usos que se pretenden dotar a este espacio, al de auditorio, escuela de música o centro museístico se suma un espacio etnográfico sobre la historia de la achicoria, gracias al trabajo realizado por la arqueóloga industrial Isabel Marques, entre otras personas.

Los trabajos realizados hasta el momento han sacado a la luz arcos que se aprovecharon como armarios o puertas, o escudos como los que se pueden ver en la parte superior del patio, los muros originales del convento tapados por otros muros posteriores de ladrillo de la propia fábrica. En una visita por el espacio, se pueden encontrar las diferentes canalizaciones de la antigua fábrica, las máquinas de envasado, prensado, los hornos, las tolvas, la zona de tostado, el espacio que ocupaban las oficinas, los huecos en el suelo que servían de paso para las tuberías de una planta a otra, los huecos en las bóvedas por las que se tiraban los sacos de achicoria, los silos,… “Nos gustaría mantener esta parte importante de la historia del edificio relacionada con la achicoria, el estado de conservación de las máquinas es bastante bueno y ahora se ha protegido. Convive la parte antigua de la fábrica con el convento del S.XVI. De cara a la compra fue muy importante mantener las máquinas porque forman parte del pasado industrial importante que ha tenido la villa y se está haciendo un estudio sobre como era el proceso de la achicoria”, explica la concejal de Turismo, Cultura y Patrimonio, Maite Sánchez.

“No hemos estado parados desde la firma y entrega del inmueble. Se ha aprovechado el verano para con una empresa local, realizar una importante labor de desescombro y limpieza, y de consolidación de elementos peligrosos”, comenta el alcalde Carlos Fraile. El primer edil relata que ahora se encuentran centrados en la elaboración de un Plan director con Fernando y Jesús Nieto en consenso con la Comisión del Auditorio, los trabajos de arqueología de suelo y de muros, un estudio topográfico… “Lo que está claro es que este claustro ofrece muchas posibilidades. Desde Centro cultural, a posible escuela de música, un espacio museístico que pueda albergar exposiciones de entidad, aulas, pero aquí puede haber un centro de interpretación de la achicoria, hay verdaderos tesoros de maquinaria industrial”, apunta.

Después del plan director y los trabajos de investigación que ya se están realizando con diversas universidades como la de Valladolid, la de Salamanca o la Autónoma de Madrid, se lanzará un concurso de ideas para el futuro proyecto que debido al volumen se realizará por fases. Desde el equipo de gobierno son conscientes de que hay mucho trabajo por delante. “Este proyecto tiene que llevarse a cabo por fases, estamos gestando un embrión que es una cuestión superior a una legislatura. Tiene que ser una cuestión de municipio, tenemos que sentirnos orgullosos de ser propietarios de 4.500 metros cuadrados en pleno centro de Cuéllar y con un valor patrimonial e histórico tremendo”, afirma Fraile señalando que para llevar a cabo todo esto es necesario financiación.

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