El quinto contenedor llega a los pueblos de Burgos para reutilizar los biorresiduos y avanzar en la economía circular
La Diputación y el Consorcio Provincial de Residuos esperan la colaboración vecinal para mejorar el entorno natural separando los restos orgánicos
Burgos
La Diputación de Burgos y el Consorcio Provincial de Residuos instalarán 1.400 unidades del contenedor marrón en los 63 municipios de más de 300 habitantes, para cumplir la nueva ley que obliga a la recogida separada de biorresiduos para su valorización.
El 'quinto contenedor' siempre está cerrado para prevenir malos olores y solo se abre mediante una tarjeta individual con un chip electrónico que permite la apertura de la compuerta para depositar exclusivamente restos orgánicos de comida o de huerta y jardín, o determinados residuos de papel y cartón degradables, como papel de cocina usado, cartón sucio de alimentos o servilletas de papel.
El Consorcio Provincial de Residuos advierte de que nunca de deben echar al contenedor marrón, pañales, compresas, toallitas, excrementos animales o aceite vegetal usado. Tampoco envases, vidrio, papel y cartón, y en general los residuos para los que haya otro contenedor.
El presidente de la Diputación, César Rico, anuncia que se realizará una necesaria labor de pedagogía, para que los vecinos colaboren para terminar con los vertederos incontrolados y mejorar su entorno natural. De lo contrario, asegura Rico, el sistema, que supone la inversión de casi 5 millones de euros, no funcionará.
Los fondos europeos de recuperación aportan 1,4 millones del total de 4,9 que cuesta la implantación del quinto contenedor. Un millón para la compra de los 1.400 contenedores, 700.000 euros para los 4 camiones de recogida adquiridos y 3,6 millones se han invertido en la reforma de los Centros de Tratamientos de Residuos (CTR), de Abajas y Aranda de Duero, donde se reciclará y reutilizarán los biorresiduos.
Esta inversión no repercutirá en la tasa de recogida que pagan los ayuntamientos, que seguirán pagando lo mismo, garantiza César Rico, e incluso podrán lograr rebajas como incentivo al buen uso del sistema.
Las tarjetas de apertura están al llegar y se pretende tener la instalación completada a finales de enero, según el presidente del Consorcio Provincial de Residuos, Víctor Escribano, quien espera diseñar, cuando se disponga de los primeros datos, las rutas de recogida para optimizar el servicio.
A lo largo de 2023 se pretende alcanzar con el contenedor marrón a todos los municipios de la provincia, pero las localidades de menos de 300 vecinos, tienen la posibilidad del compostaje, al reunir menor volumen de biorresiduos, para lo que se contratarán 4 maestros compostadores que asesorarán sobre el procedimiento a seguir.
Víctor Escribano recuerda que este material se convierte en abono orgánico o compost, que se comercializa y permite obtener, tras la siembra y posterior cosecha, nuevos alimentos. En definitiva, hacer realidad el concepto de economía circular.