Dimisiones silenciosas

León

Somos los legionarios extremos en nuestros temperamento y nos presta, de vez en cuando, pegar patada al caldero, por aquello de sorprender al vecino y animar la fiesta. Que aquí el tedio invernal es largo y melancólico si no tenemos nada que echarse a la boca.

Véase si no, el rosario de dimisiones en apenas una semana: de Xosepe Vega al frente de CCOO, de Juan Luis Burón como gerente de Atención Primaria, y de Javier Santiago Vélez del trono del PP en León. Chúpate esa. Y luego dicen que aquí no dimite ni Dios.

Todas ellas renuncias y dimisiones firmadas a la velocidad del rayo, por indicación o sugerencia de la superioridad, que tiene siempre argumentos contundentes para la persuasión, y de las que no se ha dado ni una explicación verosímil, más allá de las consabidas “razones de índole personal”. En estas oscuras noches de Noviembre convendría arrojar un poco de luz estas inopinadas salidas. Más que nada para que los afiliados en particular y la ciudadanía en general puedan formarse criterio de lo que está pasando. Transparencia lo llaman.

Donde ya no quedan sombras es en la misión real que Mañuequis encargó a Esther Muñoz, embozada primero como delegada de la Junta y Mandarina Suprema del partido desde ya, que es el verdadero aparato de poder , donde se parte el bacalao. Y ahora llega el momento de separar lomos y colas en el festín municipal.

De ella sabemos ya que es mujer, joven, muy trabajadora según dice ella misma, y que no le gusta gastarse los dineros públicos en desenterrar huesitos. Más transparencia imposible. Y más obediencia tampoco.

Únete al canal de WhatsApp de la SER