Día Internacional de la Paz

Palencia

Voy a empezar celebrando con todos y todas, querida audiencia, dos buenas noticias. La primera es que las empleadas de hogar, mayoritariamente mujeres van a tener derecho a cobrar prestación de desempleo. ¡Ya era hora! , es verdad. Puede que yo sea mal pensada, pero con los gobiernos en mayoría en diferentes momentos de PP y también de PSOE, hemos tenido que esperar al gobierno de coalición con la Izquierda para que esto sea posible.

La segunda buena noticia es que el Congreso de los Diputados ha dado su aprobación a la Ley de Garantías de la libertad sexual, más conocida como la Ley de "solo sí es sí". Que acaba con las dificultades para calificar de agresiones sexuales todo acto cometido contra la voluntad de las mujeres, pero que también reconoce como violencia sexual, la corrupción de menores, la explotación sexual, el acoso, la mutilación genital y la pornografía sin autorización. En 30 días estará publicada en el Boletín oficial y será una ley para cumplir en la defensa y protección de las mujeres.

Como decía en el título, hoy se conmemora el Día Internacional de la Paz, pero la guerra sigue en Ucrania y en otros lugares del mundo. La guerra que ya lleva desde el mes de febrero, que está costando muchas vidas, pero que también afecta a todas las personas en Europa, en forma de subidas de precios de encarecimiento de las energías y quién sabe si el próximo invierno nos tocará vivir restricciones.

Y lo más triste de todo esto es que nadie habla de paz, nos hemos acostumbrado a que forme parte de nuestras vidas con noticias en los telediarios y nada más. Yo me pregunto, ¿para qué sirven los organismos internacionales como la ONU si ni siquiera es capaz de que se inicien o mantengan conversaciones de paz?, ¿qué hace la comunidad internacional que no propone y compromete a las partes a negociar? Lleva camino de ser una guerra por la vía del desgaste y por ese largo camino - como la experiencia en Siria que dura más de 10 años -, ya sabemos lo que hay, muertes, destrucción, sufrimiento, pero también países y empresas que se frotan las manos con el gasto millonario en armas , como nunca lo habían soñado y que favorece, como no, a los mandatarios de la OTAN y a la potente industria militar americana. ¡Basta ya!, es necesario hablar de paz y si quienes gobiernan el mundo no lo quieren hacer, deberíamos ser la ciudadanía, manifestándonos por las calles para pedir la paz.