La vida sigue igual

Juan Miguel Alonso

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La opinión de Juan Miguel Alonso (20/9/2022)
León
Comienza el curso y para no perder la costumbre las carencias se agudizan: pasado el Armagedón vírico, menos recursos, menos maestros y más burocracia que inunda a profesores, alejándolos cada día más de la docencia y acercándolos al mítico funcionario con manguitos de percalina y un par de sellos al alcance de la mano. Este año, por no tener no tenemos ni currículo. No es muy grave. Sólo es el instrumento que define objetivos, contenidos, competencias o criterios de evaluación, entre otras menudencias. Menos mal que la cosa solo necesita para funcionar a un conserje que abra la puerta y un maestro que coja la tiza. Los deberes son cada vez más más cosa muy viejuna. Sobre todo para los mandarines.
Son los mismos que niegan a la Universidad legionaria una Facultad de Medicina a pesar de existir un déficit evidente de profesionales, de contar con las instalaciones hospitalarias precisas y de una universidad dispuesta para dar el paso. Mientras tanto , el rollizo consejero del ramo aduce falta de personal para justificar los recortes sistémicos en nuestro sistema sanitario y las notas de acceso para entrar en esas facultades se ponen al precio del caviar Beluga.
Y primos hermanos de los que anuncian la buena nueva de una Red de Calor en el campamento legionario de más de 70 millones de euros que aplaudimos con las orejas, aunque se hace imposible de entender que , al menos todos los edificios públicos de este país, no tengan placas solares en el tejado, dilapidando un regalo de más de 300 días de sol anuales. Mientras tanto , la cosa está muy malita , la luz y el gas por las nubes , y la culpa de todo es de la guerra de Ucrania. Ya se sabe que nos mean, pero hay que decir que llueve.