Investigando el pasado de Guzmán y La Sequera de Haza
Los expertos realizan en el primer caso la segunda campaña de excavaciones arqueológicas del entorno del castillo y trabajan en la musealización de la antigua necrópolis de San Nicolás
Imagen de archivo de las primeras excavaciones arqueológicas realizadas en Guzmán
Guzmán / La Sequera de Haza
Los arqueólogos han vuelto este verano a Guzmán para seguir intentando reconstruir los datos históricos del pasado más remoto de esta localidad. Los restos de una torre que se encuentra en la zona conocida como ‘el castillo’ llevaron al Ayuntamiento a contactar con expertos que realizaran las prospecciones pertinentes para desentrañar los secretos de estos restos
Alberto Polo, profesor del departamento de Arqueología e Historia de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, es uno de los expertos que se encargan de tirar del hilo de estos vestigios. La primera campaña fue el año pasado donde se hizo un sondeo valorativo para saber si había torre o castillo. Los resultados de este trabajo les hizo ver que el sitio puede ser mucho más interesante de lo que inicialmente parecía. Se sospecha que debajo de esa torre bajomedieval había otro espacio anterior fabricado con adobe. Para verificar estos posibles hallazgos los expertos combinan la labor de pico y pala con las nuevas tecnologías. “Frente al mito que nos viene muchas veces a los arqueólogos del pincelito, la excavación es todo a pico y pala, menos las últimas partes que con los adobes vamos mucho más despacio; hemos estado trabajando desde el año pasado también con nuevas tecnologías, que nos dan una topografía de todo el terreno que nos permite hacer también una valoración previa de donde hacer los diferentes sondeos para intentar llegar al sitio adecuado donde haya alguna construcción; eso nos permitió acertar de pleno el año pasado y esperamos que este año también se repita”, confía Polo.
Lo que sí parece es que la torre que hubo en Guzmán no fue un elemento defensivo ante posibles invasiones, sino más bien una muestra para poner en valor el poderío señorial que tuvo en su día este territorio, que se corresponde con la exuberancia tanto del palacio como de la iglesia, dos bienes culturales muy potentes para una localidad hoy en día tan despoblada.
Dice Alberto Polo que los propios habitantes de Guzmán han estado desde el primer día implicados en estas investigaciones arqueológicas.
Polo participa también en los trabajos arqueológicos de La Sequera de Haza en el entorno de la ermita de San Nicolás. En este caso, se encuentran más avanzados. Ya quedó atrás la fase de excavaciones y ahora se encuentran inmersos en el trabajo de musealización de los restos. “En la Sequera de Haza en estos momentos con un compañero, Daniel Pérez, y con Diana Morales estamos haciendo todo lo que es la parte de ilustración para las cartelas de la museografía y la parte de la construcción virtual y también de creación de un museo 3D en abierto para que toda la gente pueda ver los enterramientos igual que los vimos nosotros cuando se estaban excavando”, explica.
Se calcula que la reconstrucción virtual podría estar a finales de este verano y el museo para visitar físicamente este entorno podría inaugurarse dentro de un año.
La Diputación Provincial concedió este verano a Guzmán 5.000 euros y a La Sequera de Haza 4.500 para continuar con estos trabajos.
