La ola de calor destapa al compinche de un opositor a bombero que le cantaba las respuestas desde fuera por pinganillo

León

El calor sofocante que estos días azota León ha jugado una mala pasada a un aspirante a bombero que se presentaba este sábado a las oposiciones para obtener una de las cuarenta plazas en los parques comarcales de inminente creación.

El chico tenía todo previsto: un pinganillo transparente en su oreja, una cámara diminuta en uno de los botones de su ropa y un amigo chivándole las respuestas desde fuera de la facultad de económicas, que acogía las pruebas. El compañero se encontraba dentro de una furgoneta con la que habían viajado desde Málaga. El problema estribó en que ante la ausencia de aire acondicionado en el vehículo y las temperaturas que rondan los 40 grados, tuvo que abrir la puerta de la furgoneta para no acabar achicharrado. Una mujer, compañera de otro de los opositores que andaba por allí, se acercó al ver un comportamiento extraño. Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, alertó a los examinadores de la trampa, que dieron aviso a la policía municipal.

Personados en el aula donde tenía lugar la prueba, los agentes preguntaron durante el examen quién era el propietario de una furgoneta citando el número de matrícula. El opositor copiota levantó la mano sin imaginarse lo que se le venía encima. Al inspeccionar su persona, los examinadores descubrieron el pastel quedando al descubierto el fraude en el examen.

El opositor tenía previsto presentarse a las mismas pruebas dentro de diez días en Málaga, por lo que los examinadores sospechan que acudieron a León con la idea de poner a prueba el sistema de copia.