Los incendios

León

La ola de calor de estos días ha venido acompañada de otra no menor. El arreón andaluz de Juan Ma deja la certeza de que el tsunami pepero es inevitable. No tendrá la presentación ultra del macarenazo que se esperaba, pero la resaca de sus políticas será, me temo, igualmente dañina para la clase media y trabajadora.

Claro que nada de este festival surfero resulta sorprendente a la vista de la reacción de la izquierda ante el maremoto que la deja literalmente hecha unos zorros. Las comparecencias de Lastra y de Inma Nieto son un insulto a la inteligencia de los votantes propios y ajenos, un rosario de excusas y la constatación de que con esta nomenclatura todo puede ir a peor. La división penaliza y en el caso de la izquierda literalmente te saca del mapa. Resulta increíble que con la experiencia que tienen en este campo del cisma y la escisión el Frente de Liberación de Judea aún no se haya percatado del tema. Igual deberían preguntarle a Brian.

Otro tanto pasa con El PP en esta nuestra comunidad. El ejemplo del incendio que ha arrasado la Sierra de la culebra es antológico. Una ruina donde todos los dedos señalan al consejero Quiñones como responsable directo por su engominada incompetencia. Algunos datos iluminan tanto como las llamas que han devastado más de 30000 hectáreas: el plan contra incendios data de 1999, el operativo está solo en funcionamiento del 1 de julio al 30 de septiembre, el día 15 de junio solo una cuarta parte del mismo estaba activado. Por ejemplo: 4 cuadrillas de 15 , solo dos torretas de las 18 que hay en Zamora y, ningún agente medioambiental de guardia porque les había obligado a cogerse vacaciones. Chúpate ese máster en gestión, amigo. Y todo ello en medio de una “ola de calor” tal que la propia Aemet y el sistema de satélite Copernicus habían puesto a la comunidad en riesgo extremo de sufrir un incendios forestales.

Pero no pasa nada, sale el prenda lerenda, dice que no pasa nada, que todo bien, que las cosas son asín y que la culpa es del chachachá. Y así hasta la siguiente porque saben que la penuria intelectual del respetable y sus cadenas mentales impedirán que nadie les pida cuentas cuando llegue la hora de la verdad y su voto debería incendiar, ahora sí, las urnas, dejando para siempre achicharrados a esta banda de pirómanos inútiles.