La investigación sobre la desaparición de las niñas de Aguilar hace 30 años se archiva sin pistas sobre lo que pasó
Virginia Guerrero y Manuela Torres, de 14 y 13 años, desaparecieron en 1992 cuando fueron a pasar la tarde a Reinosa (Cantabria) y nunca regresaron

Virginia Guerrero y Manuela Torres, de 14 y 13 años, desaparecieron en 1992 cuando fueron a pasar la tarde a Reinosa (Cantabria) y nunca regresaron. / Archivo

Palencia
El Juzgado de Cervera de Pisuerga (Palencia) ha acordado el archivado de las actuaciones iniciadas en mayo de 2021 para averiguar lo que ocurrió con las dos niñas de Aguilar de Campoo (Palencia) que llevan desaparecidas desde 1992, al no constar "autor conocido en la perpetración de los hechos".
Más información
La jueza, que ordenó la reapertura de las investigaciones sobre la desaparición de Virginia Guerrero y Manuela Torres, de 14 y 13 años, ha acordado el sobreseimiento provisional de las actuaciones "no constando autor conocido en la perpetración de los hechos objeto de denuncia", y decidido decretar el archivado de las actuaciones, según el auto facilitado por el TSJCyL, que puede ser recurrido.
La jueza del Juzgado de Cervera de Pisuerga (Palencia) pidió a la Guardia Civil que investigara una nueva línea abierta a raíz del testimonio de una mujer que, cuando era niña, vivió un caso similar al de Virginia Guerrero y Manuela Torres, que llevan desaparecidas desde el 23 de abril de 1992, cuando fueron a pasar la tarde a Reinosa (Cantabria) y nunca regresaron a su casa.
El caso de Virginia y Manuela se reabrió en agosto de 2021 cuando una mujer puso en conocimiento de la Guardia Civil que a ella y a su amiga les ocurrió una situación parecida. Cuando esperaban a coger un taxi para regresar a casa, un hombre se ofreció a llevarlas en su coche. Durante el trayecto, se percataron de se habían desviado de su destino, por lo que una de ellas agarró el volante para dirigirse a la cuneta y, de este modo, abandonar el coche huyendo. Tenían 15 años y se habían escapado de casa.