Juan Calvo: "Hemos conseguido que Gredos esté menos vaciado"

Ávila

"Cuando llegué a Navacepeda de Tormes a principios de los 70, me reuní con los vecinos para ofrecerme a ayudarles en lo que pudiera y que ellos me ayudaran también a mi. Me empezaron a contar algunas cosas como que no tenían agua corriente en sus viviendas, que además eran pequeñas y antiguas. Al final construimos 60 casas en Navacepeda y otras 16 en Hoyos del Espino. Y también me dijeron que tenían otra preocupación: las mujeres no tenían trabajo y cuando acababan la escuela se iban". Son las palabras de Juan Calvo en el programa Hoy por Hoy Ávila. Este sacerdote que actualmente tiene 87 años y que con su labor durante muchos años en diversos municipios tanto de la vertiente norte como la zona sur de la Sierra de Gredos, ayudó al desarrollo de sus habitantes.

Hace tres años tuvo que dejar la comarca por problemas de salud y actualmente vive en la Residencia de Sacerdotes que la Diócesis abulense tiene en Ávila. El pasado martes 28 de mayo regresó hasta Hoyos del Espino donde recibió el homenaje de los vecinos de 25 pueblos de la comarca por su trabajo. "Yo no quería, lo mantuvieron en secreto pero cuando me lo dijeron me llamarón personas muy cualificadas de la zona para decirme que tenía que ir, que sin mi no tenía sentido lo que habían preparado" dice este sacerdote que desde ese día da nombre la Centro Cultural de Hoyos del Espino.

Con la mente puesta en conseguir el desarrollo de los pueblos y evitar el éxodo que ya se notaba entonces, especialmente el femenino, a Juan Calvo se le ocurrió crear cooperativas que pudieran dar trabajo a las mujeres de la zona, que permanecieran en la comarca y conseguir que surgieran familias que mantuvieran la población de estas localidades. "Me acordé de Santa Teresa, nuestra paisana y me puse a hacer lo poquito que podría hacer. Busqué una empresa, una fábrica de guantes de vestir. Primero para que se hicieran en las casas. Después me dijeron que conocían mucho Estados Unidos y que allí el golf, que aquí casi ni se conocía, era un juego universal. Entonces nos trajeron unas máquinas muy raras de Alemania y empezamos a hacer guantes de golf. A partir de ahí empezamos a fabricar otros tipos de guantes como de pilotos hasta el punto de que en la zona nos conocían como los de los guantes" dice el impulsor de esta iniciativa cuyo siguiente paso fue la confección de blusas de señora de alta calidad. La iniciativa creció hasta llegarse a crear 20 cooperativas con hasta 200 personas trabajando, fundamentalmente mujeres.

Recuerda Juan Calvo que tenía que coordinar a todos los grupos con las dificultades además que planteaban las comunicaciones en aquellos años. "En Navacepeda solo había un teléfono en el pueblo que dependía de la centralita de Navarredonda. Me las ingenié para poner un intercomunicador entre el taller y el teléfono para solicitar la conferencia con la empresa para la que trabajábamos. Cuando nos avisaban que ya la teníamos, la responsable se trasladaba para hablar y coordinar lo que hubiera que hacer. Conseguimos que muchas mujeres de aquellos pueblos tuvieran su independencia económica. Con esto hemos conseguido que estas zonas estén menos vaciadas como se dice ahora" afirma.

Un homenaje que contó con representantes de Arenas de San Pedro, Candeleda, Cillán, Cuevas del Valle, El Arenal, El Barco de Ávila, El Hornillo, El Raso, Hoyocasero, Hoyos del Collado, Hoyos del Espino, La Aldehuela, La Carrera, La Herguijuela, La Horcajada, Mombeltrán, Navacepeda de Tormes, Navalacruz, Navalperal de Tormes, Navarredonda de Gredos, Piedrahíta, San Bartolomé de Tormes, San Martín de la Vega, San Martín del Pimpollar y Santa Cruz del Valle.

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