12 de mayo

Juan Miguel Alonso

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La opinión de Juan Miguel Alonso (10/5/2022)
León
La nómina de razones para secundar el paro convocado por los sindicatos el 12 de mayo es de una longitud tal que necesitaríamos muchas ondas y varias semanas para recordarlas todas aquí. Pero no hace falta mucho análisis sesudo para corroborar lo que ven los ojos todos los días: los pueblos vacíos que se suceden en una geografía muerta, el envejecimiento brutal de la `población, la sucesión de empresas cerradas, de trapas bajadas, los proyectos eternamente demorados, las mentiras reiteradas cada cuatro años. Es una fotografía conocida porque todos tenemos a una parte no menor de nuestras familias engrosando el éxodo de la emigración forzada.
Pero en contra de lo que se desliza a menudo desde los despachos este drama ni forma parte de un destino ineludible ni es cosa del karma. Esta ruina se asienta sobre decisiones políticas muy conscientes y meditadas que han condenado a esta tierra a convertirse en un erial sin futuro.
La responsabilidad es de sobra conocida y en ese entierro tienen vela todos los gobiernos nacionales de los últimos 30 años y , naturalmente, esta Yunta infame que condena por acción y, sobre todo, por omisión al reino legionario.
Y también nuestra, de todos los hombres y mujeres que habitamos este pueblo, si no somos capaces de defender nuestro futuro y el de nuestros hijos. El jueves 12 es una magnifica oportunidad, quizás la última, para alzar la voz y exigir lo que es nuestro, para parar los tajos y llenar las calles reclamando justicia y dignidad, la posibilidad de un mañana antes de que la grisura lo cubra todo y el enterrador eché la última palada de tierra.