Y que por lo visto 17.0

Talavera de la Reina

Y que por lo visto sobre la mesa de mi despacho descansa el libro de memorias de Ben Bradlee. A muchos de ustedes no les sonará de nada este nombre y algunos de ustedes les llegará para identificarle con Jason Robards que le dio vida en Todos los hombres del presidente. Bradlee era el jefe de Woodward y Bernstein en la cobertura que el Washington Post hizo del caso Watergate que le costó la presidencia a Richard Nixon. ¿Por qué traído aquí a este fantasma del pasado?

Porque el Washington Post es ahora propiedad de Jeff Bezos y Bradlee está muerto con lo que se ahorra el disgusto de ver su periódico en manos de un millonario patán que ha acabado con la línea editorial tradicional de apoyo a los demócratas. El jefe de opinión del Post ha dimitido, varios periodistas han pedido la cuenta y 250.000 suscriptores se han dado de baja.

Es una suerte que en Estados Unidos se pueda dar de baja un cuarto de millón de suscriptores porque si esto le pasara a los grandes periódicos españoles, tendrían que cerrar. ¿Qué hubiera hecho Ben frente a Bezos? No hay contestación.

Solo puedo citarle: “Elige tus peleas. No las esquives, pero tampoco pelees con oponentes de segunda”. “Mientras un periodista diga la verdad, con conciencia y justicia, no le corresponde preocuparse por las consecuencias. A la larga, la verdad nunca es tan peligrosa como una mentira”. Y

a no hay verdades ni casi van quedando periodistas, pero algunos periódicos mantienen la lucha contra el poder y los matones. Ahí está el ejemplo del diario israelí Haaretz al que Netanyahu ya suprimido la publicidad institucional, creando una crisis financiera en el periódico más importante de Israel que le ha obligado a pedir desesperadamente suscripciones. Pero yo a lo que iba es a señalar que todos somos cómplices de Jeff Bezos porque todos estamos enganchados a la paquetería del deseo.

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