Recuerdos

Albacete

Hace dos semanas tuvo lugar, por parte del Colegio de la Abogacía de Albacete, la entrega de distinciones a aquellos compañeros y compañeras que el pasado año cumplieron 25 de ejercicio profesional, es decir, como colegiados ejercientes dedicados habitualmente al asesoramiento jurídico y defensa ante los Tribunales.

La recientemente aprobada Ley Orgánica del Derecho de Defensa, configura éste como un elemento esencial, junto a la tutela judicial efectiva, del Estado de Derecho, el cual no podría existir como tal sino se reconociese a la ciudadanía ese derecho.

Al propio tiempo, se establece en la Ley que el ejercicio del derecho de defensa corresponde a los profesionales de la Abogacía, estableciendo una seríe de garantías a favor de los titulares del derecho, concretadas fundamentalmente en la información, el secreto y confidencialidad profesional, y en la actuación conforme a las normas deontológicas establecidas a tal fin por los propios profesionales.

Esa importante misión impone una gran responsabilidad, como no podía ser de otra manera: la defensa de los derechos y libertades de la ciudadanía exige el mayor celo y dedicación para su efectividad.

Puede considerarse que ello supone una carga, pero no lo es en absoluto. Para la Abogacía supone un gran honor el que se le atribuya tan importante función, y asume las servidumbres derivadas de ese servicio público.

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A la hora de recibir sus distinciones, los homenajeados tuvieron a bien dirigirnos unas palabras. Alguien puede pensar que, después de 25 años, estarían cansados de tanta responsabilidad, a veces poco reconocida. En absoluto fue así. Las palabras fueron de agradecimiento de forma unánime. Agradecimiento a la familia, a los compañeros, a las motivaciones que les han hecho llegar hasta aquí. Y prometieron comparecen en el próximo homenaje, a los 40 años.

En una sociedad tan convulsa y complicada, fue un placer sentirse cómodo entre recuerdos comunes que nos hablan de lo mejor de nuestra vida: de aquellos que lo hicieron posible y de quienes nos han acompañado en el camino. Seguro que nos veremos en ese 40 aniversario y se mantendrán los buenos recuerdos.