El pescado también es de Castilla-La Mancha: cuando el agua del río Mundo se convierte en la mejor aliada de la acuicultura
En el municipio albaceteño de Riópar, esta piscifactoría cría truchas utilizando el agua de los manantiales situados en el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima: las aguas cristalinas, oxigenadas y con una temperatura ideal hacen que sea el lugar perfecto para la reproducción y cría de esta especie

Aunque de primeras pueda parecer sorprendente, en el centro de la península se cría pescado. Este hecho demuestra que no es necesario tener costa para disfrutar de un buen producto. Ejemplo de ello es Castilla-La Mancha ya que en esta región existen varias empresas dedicadas al cultivo de truchas gracias a la acuicultura.
En concreto, ubicada en el municipio albaceteño de Riópar, la piscifactoría de Mundova cría truchas utilizando el agua de los manantiales situados en el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima. Las aguas cristalinas, oxigenadas y con una temperatura que varía entre 8 y 14 grados hacen que el río Mundo sea el lugar perfecto para la reproducción y cría de esta especie.
El agua pura y de alta calidad del río Mundo permite criar truchas en un ambiente controlado, con una temperatura constante ideal para su desarrollo. Truchas que son alimentadas con piensos especializados, ricos en proteínas y nutrientes esenciales para su crecimiento saludable.
Esta piscifactoría con la que hemos hablado en Gastro SER se dedica al cultivo integral de la trucha arcoíris -ya que es la especie que se permite criar-, gestionando diferentes etapas del proceso: desde las huevas, disponibles todo el año, hasta los alevines, que miden entre 7 y 10 centímetros. A medida que estos crecen, se convierten en truchas de tamaño comercial, que se venden a restaurantes, pescaderías y particulares. Por último, estas instalaciones también dedican parte de su producción contribuyendo al repoblamiento de cotos de pesca con los ejemplares de mejor calidad.
El ciclo de crecimiento de la trucha arcoíris es rápido, lo que permite que la piscifactoría produzca truchas listas para el mercado en un corto período, generalmente en unos 12 meses.
Propiedades nutricionales de la trucha
La trucha es un pescado semigraso, dado que aporta en torno a 3 gramos de grasa por 100 gramos de carne. Un pescado cardiosaludable y muy nutritivo, con un contenido en grasa 'de la buena'. Es fuente de ácidos grasos omega-3, proteínas con elevado valor biológico, minerales como selenio, fósforo y vitaminas como B12, niacina, vitamina B6 y D.
Pertenece al grupo de los pescados azules, ricos en grasas saludables y necesarias para el correcto funcionamiento del organismo.