Delaviuda y sus primeros pasos: "Los consejos de administración se celebraban en la mesa camilla"
'Raíces, memorias de vida' es una ventana abierta a las historias personales que se esconden tras las empresas más relevantes de nuestra región
Viuda, joven y con dos hijos a cargo. Decir que así era María Rojas sería escaso e injusto porque ella era mucho más. María Rojas era una emprendedora que no tuvo más remedio que armarse de valor y, con coraje, ponerse al frente de un negocio que empezó a florecer en el año 1927. Fue entonces cuando Manuel López y María Rojas crearon una confitería con obrador propio en Sonseca (Toledo). Un proyecto que se vio truncado en el año 1939, Manuel López murió en la Guerra Civil española.
"El nombre de ella no cobró la identidad que hubiera merecido, sino que en aquella época adoptó el ser 'la viuda de Manuel López'", cuenta Manuel López -de la tercera generación- y nieto de Manuel y María.
Desde diferentes puntos del país surgían consumidores que pedían comer "los dulces de la viuda" y así, sin proponérselo, fueron los clientes los que dieron nombre a la emblemática marca 'Delaviuda'. "Siempre digo que si en aquella época hubiera existido eso de las 'top 100 mujeres influyentes' mi abuela hubiera estado en ese listado", cuenta un orgulloso nieto.
La compañía que ya va por la tercera generación empezó "con carácter local, pero poco a poco fue avanzando y llegando cada día más lejos", según Manuel. "La ayuda que mi abuela tenía era la de la ilusión y tuvimos la suerte de estar en un pueblo muy trabajador, con gente que creyó en el proyecto de mi abuela".
Entonces, narra Manuel, los consejos de administración de la compañía se celebraban en la mesa camilla del salón. "Allí hacíamos los criterios de selección de personal o incluso el guion para el primer anuncio de televisión", relata entre risas.
No todo ha sido fácil, admite, aunque los grandes cambios y oportunidades de esta empresa siempre han venido en las épocas de crisis.
Manuel 'heredó' lo que se cimentó en la casa familiar y durante su gestión ha incorporado al negocio marcas potentes como 'El Almendro'. Actualmente, cuentan con dos fábricas: una al sur de París y otra, en Sonseca, en el mismo punto donde sus abuelos iniciaron esta historia.
