El vino en La Celestina
La columna de opinión del historiador y profesor talaverano.

La Mirada de Talavera: "El vino en La Celestina", Ángel Monterrubio (20/02/2025)
01:40
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Talavera de la Reina
No he leído mejor y más bonita descripción del vino, de sus características y beneficios, que la que nuestro paisano el bachiller Fernando de Rojas pone en boca de Celestina justo al inicio de la comida que disfruta en su casa con los criados de Calisto, Sempronio y Pármeno, y sus pupilas, Elicia y Areúsa.
En ella señala, con acertadas, breves y agudas sentencias, cómo el vino es amparo y catalizador de soledades y paciente confidente de penas, amoroso edredón de plumas en invierno para calentar la cama, ayuda propicia para mantener la armonía vital, el equilibrio de cuerpo y alma sin necesidad de otras terapias, fármacos y momios orientales, panacea y refugio para tiempos confusos, desnortados, de crisis, como los actuales o sus bondades como complejo vitamínico reconstituyente, estimulante y energizante, esos que ahora están de moda y anuncian los medios a los cuatro vientos y enumera los favores que acarrea para la salud y para atenuar las goteras y dolencias de los órganos con la edad.
Hoy por Hoy Matinal Talavera (20/02/2025)
10:00
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
El vino, por sí mismo, dice, se basta y sobra para hacer fiesta y poner de gala fechas señaladas incluso a falta de otros ornatos. Celestina no se olvida de advertir a sus invitados un consumo responsable, y señala exactamente, hace más de cinco siglos, la cantidad recomendada por los expertos en la actualidad para obtener efectos ventajosos cardiovasculares: una copita generosa, que vienen a ser “diez o doce sorbos en cada comida”, saltándose la rutina sólo en caso de ser convidada, que, por otra parte, es usanza con que solemos proceder los que disfrutamos del placer del vino. Para la vieja alcahueta el néctar de los dioses solo tiene una tacha, que se mantiene como inalterable verdad hasta nuestros días: el bueno vale caro y el malo hace daño.

Ángel Monterrubio
Diplomado en Profesorado de E.G.B., Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, Licenciado en...