Detectan niveles puntuales de formol por encima de lo permitido en los laboratorios del Hospital de Toledo
El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales ha implementado nuevas medidas de seguridad en el área y continuará con las mediciones de éste y de otros agentes químicos
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CSIF
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Toledo
Continúan las mediciones en el Hospital Universitario de Toledo para detectar el origen de las intoxicaciones que están afectando a los trabajadores del área de laboratorios. Según ha informado el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital, las últimas mediciones realizadas por una empresa externa en el servicio de anatomía patológica han detectado niveles puntuales de formaldehído por encima de lo recomendado.
Según este servicio, los valores de exposición a esta sustancia hasta este pasado miércoles estaban por debajo de los Valores Límite Ambientales establecidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social a través del Instituto de Seguridad y Salud en el Trabajo.
La Gerencia del Hospital ha adoptado nuevas medidas para garantizar la salud y seguridad de los trabajadores, especialmente los de anatomía patológica y genética, y todos aquellos que haya tenido síntomas, que deberán volver a llevar equipos de protección individual.
El centro seguirá realizando mediciones de otros agentes químicos y volverá a realizar análisis de orina a los profesionales. También se ha sectorizado el laboratorio de anatomía patológica para evitar la transmisión de formol a las salas donde no se trabaja con este producto y se cambiarán las campanas de flujo laminar del servicio de Genética.
Los sindicatos han convocado este viernes una nueva concentración a las puertas del hospital en la que los trabajadores volverán a pedir la paralización del servicio hasta que se esclarezca el origen de las intoxicaciones que desde el pasado mes de noviembre han provocado más de 30 bajas y 140 partes de lesiones.
Desde la Consejería de Sanidad rechazan la suspensión de la actividad de este laboratorio que, recuerdan, realizan unos 80.000 estudios al año a cerca de 40.000 pacientes que precisan un diagnóstico para iniciar un tratamiento médico o un procedimiento quirúrgico. "Detrás de cada muestra, hay un paciente preocupado por el resultado de los estudios, como puede ser un cáncer", explican.