Hallazgo único en la Catedral de Toledo: encontrado un mural de 1511 de Juan de Borgoña que llevaba oculto 250 años
Este descubrimiento se ha producido durante las labores de restauración
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Pinturas descubiertas durante la restauración de una de las zonas de la Catedral Primada de Toledo / Arzobispado de Toledo
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Toledo (Toledo)
Las labores de restauración que se están llevando a cabo en diferentes zonas de la Catedral Primada de Toledo han sacado a la luz una pintura única, que llevaba oculta durante, al menos, 250 años. Este hallazgo se ha producido cuando se ha desmontado uno de los muebles de la antesala capitular de este templo. En ese momento, tras ese mueble, se hallaba esa pintura, obra de Juan de Borgoña y sus ayudantes Diego López, Luis de Medina y Alfonso Sánchez.
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En concreto, estas pinturas al óleo sobre yeso quedaron ocultas en el 1780 y, ahora, vuelven a salir a la luz. Todo durante las actuaciones de remodelación que se están llevando a cabo ante la próxima celebración del VIII Centenario de este templo gótico.
Los armarios que ocultaban una gran joya de la pintura
Con todo ello, en este lugar, antes de este hallazgo pictórico, se encontraban dos armarios que sirvieron para contener las actas de las reuniones del Cabildo de la Catedral. El primero de ellos, de madera de nogal, situado en el muro izquierdo, fue construido por el escultor Gregorio Pardo. Un armario para el que tardó tres años, comenzando en 1549 y terminando en comenzado en 1551, y el otro, imitando al anterior, en el muro derecho, fue realizado por Gregorio López Durango en 1780.
Seguidamente, acorde a las pautas de la restauración, que ha contado con la ayuda económica de la Fundación ACS, se trasladó este segundo armario para recolocarlo en un nuevo espacio museístico. Fue, en ese momento, al desmontar este armario, cuando han salido a la luz las referidas pinturas.
Los detalles de la pintura oculta durante 250 años en la Catedral de Toledo
Unas pinturas que constan de tres escenas enmarcadas por pilastras y zócalo. En la escena central, está el escudo del cardenal Cisneros en forma de testa de caballo rodeado por dos cornucopias de la abundancia y dos jarrones a ambos lados, uno con clavelinas y el otro con azucenas.
También, en este mural, se pueden contemplar una corona de laurel, el capelo cardenalicio y los cordones de quince borlas sostenido por dos querubines. En ambos laterales, dos escenas de jarrones con árboles frutales, además de las figuras de tres niños.
Unas pinturas que, una vez se concluya su restauración, podrán ser visitadas por el público en general. Así, contará con una visión diferente del conjunto de la Sala Capitular de esta Catedral Primada.