‘Cambalache’

Valdepeñas

Han tenido que pasar 488 días y morir 47.000 palestinos (20.000 de ellos niños/as) para que una estrecha banda de tierra situada en Oriente Próximo, con 51 kilómetros junto al mar Mediterráneo, sea hoy una playa en ruinas.

Benjamín Netanyahu, sobre el que pesa una orden de detención de la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad y otros tres cargos más de la fiscalía general de Israel por corrupción: soborno, fraude y abuso de confianza, por un lado, y por otro, Donal Trump declarado culpable de 34 delitos y pendiente de 3 procesos y 48 imputaciones. Han acordado en términos de promotores inmobiliarios, hacer de la playa en ruinas unas nuevas Vegas o un nuevo Benidorm: “Riviera de Oriente Próximo” la han bautizado. Todo ello a cuenta de expropiar a coste cero y hacer una limpieza étnica de los 2 millones de gazatíes, propietarios de esa playa.

Los judíos carecían de Estado y lo crearon el 14 de mayo de 1948 a consta de desplazar de sus territorios a los Palestinos. Y los EE. UU de América fueron fundados por trece colonias británicas el 4 de julio de 1776, no sin antes haber desplazado/exterminado, a la casi totalidad de las tribus indígenas indias.

Con estos antecedentes qué ha de sorprendernos que, confeso uno y convicto el otro, ambos aupados democráticamente por sus pueblos a las mas altas magistraturas del poder, expropien vidas y haciendas donde ya desplazaron en un caso y exterminaron en otro, a sus legítimos herederos.

Pero tampoco dramaticemos, yo y usted, querido oyente, nunca fuimos indios, ni somos Palestinos… de momento.

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Que tengan un buen día, ustedes, ellos no pueden.