Repetir mentiras

Toledo

En el pasado Pleno del Ayuntamiento de Toledo, durante el debate de una proposición sobre Salud Mental, un miembro del gobierno municipal se cubrió de gloria afirmando, y es literal, que "la eutanasia también es suicidio". Y lo dijo así, sin sonrojarse, sin trabarse al decirlo, como si lo tuviera dicho y ensayado mil veces.

Daniel Morcillo se llama. En su defensa diré que este negacionista de lo obvio es de Vox, y lo digo como eximente porque todos sabemos el escaso nivel ético y moral de los planteamientos políticos de una formación ultra que hace de los bulos y la desinformación, de la mentira en definitiva, su principal estrategia.

Para rematar el absurdo, el tipo en cuestión es concejal de educación, sí, sí, como lo oyen, de educación y además, ejerce como profesor de geografía, historia y psicología... pero en el seminario, donde argumentos tan sectarios y casposo como ese seguro que causan sensación, provocan entusiasmo y le perpetúan la nómina.

Desmontar una sandez de ese calibre es sencillo, lo que me preocupa de verdad es la naturalidad, el desparpajo con el que estas barbaridades se arrojan en los espacios públicos y lo barato, lo aterradoramente barato que le sale al bocachancla de turno decir una cosa así. Y todo, claro está, con complicidad del PP, en este caso, con Carlos Velázquez a la cabeza.

Detrás de la Ley de Regulación de la Eutanasia hay mucho trabajo, mucho dolor de muchos enfermos y de sufrimiento de sus familias viéndolos padecer, muchos años de activismo y compromiso y, sobre todo, un gran sentido de responsabilidad de Estado al aprobarla en 2021. Y ojo, que aún queda trabajo por hacer para vencer la reaccionaria resistencia de una buena parte de los médicos o la indolente actitud de la mayoría de los gobiernos autonómicos que ralentizan hasta lo indecible su aplicación.

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Salvajadas como la del concejal Morcillo no son novedad, el jueves pasado sin ir más lejos un tal Alberto Vidal, concejal en Castellón y, ¡oh sorpresa!, también de Vox, comparó el aborto con el exterminio en los campos de concentración nazis. Ahí es nada.

Dijo Albert Camus que “la estupidez insiste siempre”, y si no hacemos nada, corremos el riesgo de convertirla en cotidiana y que se transforme en tragedia.