La reintroducción del lince en Cuenca prevé hasta diez ejemplares al año

Cuenca

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha reintroducirá el lince ibérico en el paraje La Veguilla-Sierra Jarameña, dentro de los términos municipales de localidades como Las Pedroñeras, Hontanaya, Puebla de Almenara y las tierras de Haro (Villaescusa, Carrascosa, Rada).

A partir del 12 de febrero se liberarán los dos primeros ejemplares en una finca privada, marcando la primera área de reintroducción en la provincia de Cuenca y la quinta en toda la región. Esta iniciativa busca consolidar una nueva subpoblación en la zona, sumándose a las ya establecidas en Montes de Toledo, Sierra Morena y Campos de Hellín. En 2023, la población de linces en Castilla-La Mancha alcanzó un récord de 715 ejemplares, representando el 35% del total en la península.

Sierra Jarameña

El jefe de la sección de Biodiversidad de la Delegación de Desarrollo Sostenible en Cuenca, Enrique Montero, explicó que “la elección de la Sierra Jarameña se basó en estudios detallados sobre las condiciones necesarias para el lince”.

“La zona cuenta con una densidad adecuada de conejos, su principal presa, suficiente cobertura vegetal para refugio y un nivel bajo de amenazas como atropellos, envenenamientos o enfermedades felinas”, detalla Montero. “Además, se realizaron encuestas a la población local y reuniones con cotos de caza y representantes municipales, obteniendo una aceptación del 85% para el proyecto”.

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Plan de reintroducción

El área de reintroducción abarca aproximadamente 60.000 hectáreas. “Inicialmente, se liberarán cinco linces este año: dos a mediados de febrero y otros progresivamente hasta la primavera”, explica Montero.

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“Los ejemplares provienen tanto de centros de cría en cautividad, como el de Zarza de Granadilla, como de poblaciones silvestres de Montes de Toledo.

“El plan de reintroducción prevé liberar entre ocho y diez linces anualmente durante al menos tres o cuatro años, hasta que se establezca una población estable. Para su monitoreo, todos los linces llevarán collares con GPS que permitirán seguir sus movimientos y responder a cualquier posible amenaza”, detalla Montero.

Recuperar la especie

La presencia del lince ibérico en la zona no solo contribuirá a la recuperación de la especie, sino que “también tendrá un impacto positivo en el ecosistema, regulando la población de conejos y beneficiando la biodiversidad. Además, su reintroducción puede generar beneficios en términos de turismo y sensibilización ambiental”, explica el responsable de la sección de Biodiversidad en Cuenca.

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Otras posibles zonas

La zona óptima para la reintroducción del lince en la provincia de Cuenca se encuentra principalmente en el sur, en áreas de La Mancha y La Manchuela, donde la densidad de conejos es alta. “Inicialmente, el proyecto contemplaba otras dos zonas: una en la comarca de Tarancón y otra en la de Motilla. Sin embargo, en Motilla se detectaron riesgos elevados de atropellos debido a la densidad de infraestructuras de transporte, lo que llevó a descartar esta opción”, explica Montero.

La selección final de la zona se basó en criterios establecidos a nivel nacional para la reintroducción, cumpliendo con los parámetros exigidos. Además, “se han realizado estudios previos de densidad de conejos en otras áreas, lo que permitirá en el futuro la creación de nuevos núcleos si el proyecto se consolida”, detalla Montero. “No obstante, el enfoque actual es concentrar la reintroducción en un solo punto para garantizar el éxito, en lugar de dispersar unos pocos ejemplares en múltiples lugares, ya que el proceso requiere planificación y recursos limitados”.