La política del odio se combate defendiendo los Derechos Humanos

Albacete

“El presidente Trump empieza su segundo mandato en un entorno mundial que ha cambiado radicalmente caracterizado por una creciente desigualdad, el aumento de las prácticas autoritarias, conflictos en curso, ataques contra la autonomía corporal, un poder empresarial y tecnológico sin control, desplazamientos provocados por la violencia y la inseguridad, y una emergencia climática que acelera y agrava las violaciones de derechos humanos y el sufrimiento”. Amnistía Internacional

El actual presidente de los Estados Unidos, con el apoyo de ricos y poderosos, ha firmado un número récord de órdenes ejecutivas y decisiones que muestran un gran retroceso en materia humanitaria. Desde el activismo, la unión y la movilización social no podemos permitir que en el consciente y subconsciente colectivo parezca que todo es “aceptable”. Tenemos el deber de hablar alto y claro y sobre todo de permanecer unidas frente al discurso del odio, porque el activismo es desgastante pero necesitamos estar más presentes que nunca.

La aplicación de la pena de muerte siempre que sea posible, la retirada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) promoviendo un debilitamiento de la salud pública mundial, la retirada del Acuerdo de París lo que supone poner en riesgo la lucha contra el cambio climático, restaurar la “verdad biológica” que establece que solo se van a reconocer el género masculino y femenino, borrando el resto de identidades y condenando al colectivo LGBTIQ+ a sufrir aún más delitos de odio de los que ya sufren en este país, suspender el programa de admisión de personas refugiadas, algo que agrava el caos y la crisis humanitaria en la frontera, y que aumentará los cruces ilegales poniendo en peligro la vida de quienes lo intentan y que además generará un declive económico en empresas y ciudades revitalizadas por la mano de obra de comunidades refugiadas y finalmente las deportaciones masivas que privan a las personas de la oportunidad de pedir protección, devolverá a personas a situaciones de peligro, separará a familias, destrozará comunidades, someterá a personas al uso de perfiles raciales, propagará el miedo y socavará la seguridad, prosperidad y dignidad humanas.

Este es sin entrar en detalles el escenario que nos plantea uno de los países más poderosos del mundo, múltiples organizaciones se están movilizando, los directores y directoras de Amnistía Internacional también han recordado al gobierno estadounidense entrante sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, que posiblemente pondrán a prueba las respuestas que requiere la humanidad, en un entorno muy difícil y muy polarizado.

La amenaza de que se desprecien los Derechos Humanos, podría tener un efecto multiplicador muy negativo, es por eso que las y los activistas debemos seguir en pie, recordando lo que supone este retroceso, movilizándonos e informando desde un diálogo positivo y abierto, lo que suceda contra los Derechos Humanos afectará directamente a la población vulnerable y de países vecinos de los Estados Unidos pero a muy corto plazo salpicará a todas en todos los lugares del mundo. La política del odio se combate defendiendo los Derechos Humanos.

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