El cuartel de la Guardia Civil de Toledo seguirá en Palomarejos: las obras durarán dos años

Toledo (Toledo)

La Guardia Civil ya ha desojado la margarita y construirá el nuevo cuartel de la comandancia de Toledo en la misma ubicación en la que se ubican sus instalaciones a día de hoy. Con ello, la benemérita va a proceder al desalojo de esas mismas instalaciones, con la finalidad de comenzar las obras de ese nuevo cuartel. Unas actuaciones que tendrán un plazo de dos años desde el inicio de las mismas.

En esta línea, en una nota de prensa, la propia Guardia Civil ha anunciado que en las próximas semanas se desalojarán estas instalaciones, puesto que "los informes técnicos aconsejan proceder al desalojo de parte de las instalaciones, incluidas las viviendas". Un desalojo que se mantendrá durante todo el tiempo que duren las obras tanto de demolición como de la construcción de la nueva comandancia. Eso sí, de momento, no se ha anunciado la ubicación provincial que tendrán las dependencias oficiales durante el tiempo que duren estos trabajos.

Por otro lado, lo que sí que se ha anunciado es que la Guardia Civil, en función de la disponibilidad, realojará a las familias que allí viven en pabellones de cuarteles cercanos a la capital regional, así como sufragar todos los gastos derivados de la mudanza que tendrán que acometer en esas próximas semanas. De este modo, se pone fin a ese vaivén en cuanto a la ubicación de las nuevas dependencias de la benemérita. En un primer lugar, se optó por parte del recinto ferial de la Peraleda. Seguidamente, al tratarse de una zona inundable y afectar al cono visual de la ciudad, el Ayuntamiento y la Junta ofrecieron unos terrenos en el barrio del Polígono. Una opción que, también, fue desechada por la Guardia Civil. Todo para que, finalmente, ese cuartel se mantenga en su ubicación actual.

También, ese desalojo debe hacerse de manera inminente. Un hecho, según ha podido conocer la SER, motivado porque ocho de los bloques que allí se asientan tienen aluminosis. Se trata de una lesión en el hormigón de dichos edificios, por la cual ese material de construcción pierde sus propiedades haciéndose menos resistente y más poroso. Una circunstancia que provoca un riesgo de derrumbe importante.

De este modo, el barrio de Palomarejos ve como esas dependencias continúan en esta zona, que ha sufrido una decadencia con el traslado del Hospital Virgen de la Salud al Hospital Universitario de Toledo y que, ahora, respira tranquilo al conocer que seguirá contando con ese cuartel de la Guardia Civil. Precisamente, lo que, aún, queda pendiente es conocer el destino que tendrán los terrenos que ocupan el antiguo Virgen de la Salud. Un edificio que busca demoler, una vez que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha lo devuelva a la Tesorería de la Seguridad Social, propietaria de estos terrenos. Para ello, el Gobierno Central le pidió al ejecutivo regional que vaciase todo el edificio, incluidas las conducciones de gas, luz y agua.

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