Be plant my friend
La firma de opinión del profesor y catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha y director del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, Pablo Ferrandis
'Be plant my friend', la firma de opinión de Pablo Ferrandis
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Albacete
De todos es sabido que el arte de sobrevivir depende de la capacidad de adaptación. Si no puedes cambiar las circunstancias que te rodean, amigo mío, adáptate a ellas. Es el son biológico al cual tenemos todos que bailar -bacterias, hongos, plantas, animales y humanos- desde la noche de los tiempos, desde que el mundo es mundo. Este mundo cambiante y en ocasiones duro y adverso, que en suerte cosmológica nos ha tocado habitar. La gran biodiversidad que existe en el planeta no deja de ser el variopinto reflejo de esta danza antigua y universal, de la que ninguno escapamos. En esto, amiga mía, todos los organismos bailamos al mismo compás.
Pero vayamos a lo concreto con un ejemplo. O, mejor dicho, con dos; prodigiosos ambos. La hoja es el órgano fundamental con el que las plantas hacen la fotosíntesis, para dar lugar al milagro de crear materia orgánica de donde solo había frías moléculas inorgánicas. Es con esta suerte de milagrosa multiplicación de azúcares y carbohidratos, entre otras viandas, que nos alimentamos, directa o indirectamente, el resto de criaturas que deambulamos por este planeta azul. Ahí no es nada, la importancia de las hojas. Pues bien, la hoja típica, la que todos hemos dibujado alguna vez de niños, la del limbo amplio y delgado, sencillamente, no funciona en los ásperos terrenos mediterráneos. Como el de Albacete, sin ir más lejos. Las plantas de hojas grandes y generosas se deshidratarían durante el seco y largo verano manchego, pues, con tanta lámina, transpirarían más agua de la que el suelo, exhausto y sediento, les puede reponer.
Qué hacer ante tanta calamidad, se preguntaron la encina y el romero. Adaptarnos, amiga mía, para seguir viviendo: reduzcamos y endurezcamos, pues, nuestras hojas. Y así hicieron, para medrar con solvencia en los cerros mediterráneos, golpeados, año tras año, por la larga sequía del estío. Es la hoja del romero -bien la conocemos todos- pequeña, estrecha y ligeramente engrosada. Además, sus bordes son, en la jerga botánica, revolutos, es decir, están plegados, revueltos hacia el envés, la parte inferior de la hoja. Y es en este lugar escondido donde, cubiertos por pelillos blancos, se concentran los estomas, esos poros por donde transpira la planta. Así que, la hoja del romero ha reducido la superficie, engrosado su “pellejo” y resguardado sus poros frente al viento desecante y al sol iracundo del verano, para “sudar” lo menos posible.
La encina apostó por la coraza. Pocas hojas hay tan endurecidas como la de la encina mediterránea, nuestra carrasca. En botánica hablamos de hojas coriáceas, pues su textura recuerda al cuero, de tan endurecida que es. De esta forma, la carrasca se ha blindado frente a la desecación, pues ha cubierto su piel de fuerte tejido impregnado de ceras, lo que la hace impermeable. Y al igual que el romero, también cubre los poros del envés con pelillos canos. Tan recia y mediterránea es esta hoja, que llegado el invierno no cae del árbol, al igual que la del romero, listas las dos para trabajar tan pronto como pase el frío. Los márgenes de la hoja de la carrasca, además, tienen espinas, principalmente en las jóvenes y en las de las ramas más bajas, para protegerse de los herbívoros, otro asunto peliagudo para las plantas mediterráneas. El romero apostó por la química y, así, acumula aceites esenciales en las hojas con el mismo fin: ¿qué loco animal, amigo mío, se atrevería a morder un ramillete de aroma y sabor tan concentrado?
Ya ven, adaptación y resistencia frente a la adversidad. Así pues, amiga mía, cuando la sequedad arrecie -y donde digo sequedad, digo cualquier otra cosa- recuerda estas dos humildes plantas de nuestros campos, callada inspiración de estoicismo y bravura. Sé planta, amigo mío. Be plant my friend. Si la encina y el romero pueden, nosotros también.
Atentamente les saluda, Pablo de Passo.
Hoy por Hoy Matinal Albacete 08:20 horas (17/01/2025)
10:00
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Pablo Ferrandis
Pablo Ferrandis Gotor (Albacete, 1966) es Catedrático en la Universidad de Castilla-La Mancha. Licenciado...