Mientras esperamos que pase el AVE

Talavera de la Reina

En Volveréis, la última película de Jonás Trueba, la pareja protagonista va a organizar una fiesta para celebrar su separación. En ese proceso, quedan con unos amigos que, curiosamente, han decidido mudarse a Talavera de la Reina. Así, nuestra ciudad se convierte, como tantas veces, en un punto de llegada o de partida, en un escenario donde las vidas en tránsito encuentran un lugar.

Más de un millón de viajeros han pasado el último año por la estación de autobuses de esta ciudad con el propósito de ir o venir de Madrid. Un movimiento que se ha visto favorecido, enormemente, por los abonos gratuitos. Ahora, de repente, es noticia que el destino de los autobuses cambia de Príncipe Pío a Méndez Álvaro, una modificación que, para muchos, altera su rutina de manera significativa.

Y mientras seguimos esperando que el AVE pase, soterrado o no, hay algo que debemos seguir defendiendo: un transporte público accesible, eficiente y humano, que nos permita depender cada vez menos del coche. Un sistema que conecte no solo ciudades, sino también historias, aspiraciones y recuerdos. Un transporte que no solo nos lleve de un punto a otro, sino que construya futuro, uniendo a las personas en su camino.