Ya lo dijo Heráclito

Toledo

Arrancamos un nuevo año, que lo de nuevo se queda en que estrenamos número ya que otro año más vamos repitiendo los mismos errores, será por lo de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, ya que eso de discernir conforme a la razón parece que se nos hace bola, la experiencia no nos supone aprendizaje y volvemos a equivocarnos una y otra vez en situaciones muy parecidas.

También es cierto que algunas personas me han dicho que todo viene a enseñarte algo, y que si no lo aprendes cuando llega por primera vez, sigue llegando las veces que sea necesario hasta que sí lo aprendes. No sé, la verdad, en cualquier caso, creo que los errores sí deberían ser tomados como aprendizajes, da igual las veces que caigamos en el mismo error, ya que nunca somos los mismos de ayer, o eso dijo Heráclito, ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos, por lo que creo que nunca es tarde para aprender.

La madurez con la que nos enfrentamos a los problemas o mejor dicho a las situaciones más complejas, significaría haber llegado a comprender que, además de mí, hay un mundo más amplio y complejo del que formo parte. Y todo esto para comentaros que un año más hemos caído en la inmadurez a la hora de enfrentarnos a las opiniones de los demás.

Me refiero a toda la polémica generada en torno a las campanadas de fin de año, que si el vestido de Cristina Pedroche, que si la estampita de Grand Prix de Lalachus, que sin ser excesivamente fan de ninguna de ellas, lo que vengo a reivindicar es que seamos conscientes y no caigamos siempre en el mismo error de criticar por criticar porque antes de ellas, otras (y todas mujeres) fueron criticadas por algún motivo, me refiero a Jennifer Hermoso, Anne Igartiburu o Carmen Sevilla entre muchas otras, sin llegarnos realmente a cuestionar por qué las contratan para ello, si para crear polémica y subir la audiencia o para que sigamos cayendo año tras año en el mismo error.