¿Sabes quién fue la primera polícia rural de Europa? Nació en los Montes de Toledo... te lo contamos todo aquí

Toledo

El profesor de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha en 'El viaje empieza aquí' nos ayuda a poner un escenario histórico a cinco paisajes naturales de la región. Cinco paisajes que gozan de rutas de senderismo adecuadas para todos los gustos y edades y que permiten a cualquiera desconectar rodeado del mejor entorno natural.

El artículo al completo está basado en las investigaciones de Ángel Monterrubio.

Ruta del Rocigalgo en Los Navalucillos, Toledo

Según explica el profesor Monterrubio, Rocigalgo es el pico más alto de los Montes de Toledo con 1448 metros. Este emblema natural lo vincula el profesor a la Santa Hermandad Real y Vieja de Talavera, Toledo y Ciudad Real.

La Santa Hermandad Real y Vieja fue la primera policía rural de Europa, antecedente de la Guardia Civil en la vigilancia del medio rural. Los Montes de Talavera y Toledo siempre fueron zonas endémicas de bandolerismo. De hecho, la Santa Hermandad Real y Vieja de Talavera, Toledo y Ciudad Real se crea para perseguir a los “golfines” en el siglo XIII, así se denominaba a “gentes de mal vivir”, bandoleros, salteadores, que campaban por estas tierras tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y asaltaban a los colmeneros, pastores, labradores y viajeros que se empezaban a asentar y repoblar esos parajes.

Los pequeños pueblos estaban ena un sin vivir a merced de las partidas que asaltaban a mano armada en los caminos, robaban ganado y extorsionan, sin que nadie pusiera coto a sus desmanes, para luego desaparecer y refugiarse en sus campamentos de las sierras.

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Es tan grave el asunto que “los cavalleros de Toledo, Talavera y Villa real, hicieron una junta y Hermandad, para perseguir semejante gente». Alfonso VIII aprueba y apoya la Hermandad y más tarde Fernando III Pedro I, Enrique II y Juan II, recibiendo nuevos y valiosos privilegios hasta la época de Felipe II, estará en vigor hasta principios del siglo XIX ya muy limitada.

El entorno de Beteta con restos de asentamiento de la Edad del Bronce

La Hoz de Beteta y sumidero de Mata Asnos es uno de los cañones fluviales más espectaculares de la Península, el río Guadiela fluye entre paredes verticales de 200 metros.

En la Beteta tenemos restos de asentamientos de la Edad del Bronce, sobre todo en la cueva de la Ramera y de un poblado celtíbero en Los Castillejos. Los romanos explorarían el yacimiento de hierro de Cueva del Hierro, una de las más importantes de Hispania. Tenemos la suerte de que se puede visitar, merece la pena verla, es una de las joyas que tenemos en la región y no muy conocida.

En lo alto del cerro que corona el pueblo se levantó el castillo en el siglo XIII, posiblemente de origen musulmán, y en el XIX lo reformó, en las Guerras Carlistas el general Ramón Cabrera en 1839, que consideraba Beteta una posición estratégica esencial para la causa. De hecho, tres batallones realistas fracasaron en su intento por conquistarla.

La Senda Encantada de Villaverde de Guadalimar en Albacete

No puede faltar cuando se anda por estas tierras Francisco Ríos, El Pernales, el bandolero más famoso de su época, considerado el último bandolero andaluz. El 31 de agosto de 1907, a pocos kilómetros de Villaverde, en un paraje montañoso la Guardia Civil da el alto y tras un tiroteo mata al Pernales y a su compañero El Niño del Arahal cuando huían a Valencia para embarcar hacia América.

En torno a su figura, leyenda y realidad se mezclan. Caballista, como también se llamaban, generoso y galante. Sus correrías duran solo tres años, de 1902 a 1907 y serán glosadas en famosos romances. El Romance de El Pernales de Manuel Luna, lo musicarían y cantarían con mucho éxito en la época de la Transición el grupo Nuevo Mester de Juglaría. Como dato curioso hay que decir que el último miembro de la partida del Pernales, Pedro Ceballos, el Pepino, salió de la cárcel en enero de 1936 después de estar recluido treinta años.

Tablas de Daimiel con la ruta de la Isla del Pan

Una de las etimologías de Calatrava es “fortaleza sobre la llanura”, fortaleza que se hallaba en la vía militar que iba de Toledo a Córdoba, los árabes hacen una gran fortaleza con ese nombre, destruida y reconstruida varias veces pues por el paso hay una lucha permanente en esta zona por su conquista.

La Orden de Calatrava es una orden militar y religiosa fundada en el Reino de Castilla en el siglo XII, con jurisdicción en amplios territorios de La Mancha. La fundó en 1158 el abad Raimundo de Fitero, con el objetivo inicial de proteger la estratégica villa de Calatrava. Su origen se debe a un gesto curioso. Conquistada a los árabes por Alfonso VII en 1147 el rey quiso asegurar su defensa entregándola en 1150 a la Orden del Temple. Pero ante el empuje islámico, el Temple dijo que defenderla era imposible y se la devolvió al rey Sancho III.

Ante la situación, el rey reunió a su Consejo y ofreció Calatrava a quien se hiciera cargo de su defensa. Entre la sorpresa y las bromas de los nobles, Raimundo, abad del monasterio cisterciense de Fitero, alentado por el monje de su monasterio Diego Velázquez, que había sido anteriormente guerrero, aceptó el reto.

Ellos, por su parte, formaron en poco tiempo un ejército de más de 20.000 monjes y soldados, uniendo, a los que había conseguido organizar fray Diego Velázquez en las cercanías de Calatrava, los que había reclutado Don Raimundo en el Reino de Aragón. Ante tal multitud, los árabes rehusaron entrar en batalla, retirándose hacia el sur.

Poco después de su fundación con las donaciones que le van haciendo los diferentes Reyes tienen tierras desde Navarra hasta el Guadalquivir, pero las tierras más ricas y los castillos más inexpugnables están en la Mancha.

Pueblos Negros de la “Arquitectura Negra”

Los pueblos de la “arquitectura negra” se extienden por las serranías del Ocejón y del Alto Rey: Cogolludo, Retiendas, Tamajón, Campillo de Ranas, Majaelrayo, Valverde de los Arroyos… donde podremos admirar esas construcciones a base de pizarra, extraída por sus pobladores y utilizada para levantar sus construcciones, incluidos los tejados y madera de roble.

La ruta la podemos iniciar en Cogolludo. La fortaleza en lo alto del cerro a cuyas faldas se asienta el pueblo sería el origen del caserío. Desde el siglo XV Cogolludo es tierra de la Casa de Medinaceli, cuando Fernando Álvarez de Toledo la cambió por las villas veratas de Cáceres de Garganta la Olla, Pasarón y Torremenga y empieza a construir su extraordinario palacio renacentista (1488-1492). Se puede considerar en primer edificio de ese estilo en España, su arquitecto fue Lorenzo Vázquez de Segovia, también diseñaría el Colegio de Santa Cruz de Valladolid.

En la iglesia parroquial de Santa María, los amantes de la pintura pueden encontrar una obra de José Ribera "el Españoleto".