¿Alguna vez...?

Toledo

¿Alguna vez han hecho reforma en casa?, es una pregunta seria, piénselo por favor, porque creo que da para una gran reflexión.

No es lo mismo reformar algo puntual, que necesita un pequeño lavado de cara, que reformar una vivienda a la que le tienes cariño y pretendes convertirla en un hogar.

Más allá de elegir materiales, evaluar presupuestos y jugar a ser interiorista, tiene que ser el espacio perfecto para convertirse un hogar, ¡qué tarea tan difícil! Nada cuadra, nada es suficiente, hasta que un día de repente, todo tiene sentido.

No detallaré asuntos técnicos, que también tienen su miga, porque las dificultades técnicas tienen solución y son parte del proceso, todos asumimos que las enfrentaremos.

Aun así, es difícil plantear un comedor en donde de manera imaginaria no sólo ubicamos mobiliario, ubicamos a personas queridas sentadas a la mesa disfrutando.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Pongámonos en situación: casa familiar en la que se tienen acumulados miles de recuerdos, se reforma de acuerdo a cómo se ha vivido allí, lo que funciona y lo que no, con perspectivas de ser un nuevo hogar y no una casa para el fin de semana, con muebles antiguos llenos de recuerdos, algunos deben ser ubicados de nuevo, otros, restaurados.

Cierras los ojos, intentas que pensar en silencio, porque ya les digo yo que todo el mundo opina, sobre todo sin que se lo pidas, visualizar un espacio perfecto, pero no, técnicamente ocurre algo y debes replantear todo. A empezar otra vez, y así pasan los días y los meses, quizás el año que viene, siendo optimista todo acabe.

Pero saben qué, merece la pena, para mi, merece toda la pena del mundo. Es de estas cosas que haría solo una vez en la vida y las plantearía una sola vez, porque aunque me queje a diario, estoy disfrutando, por la implicación emocional que tiene, porque es toda una aventura, ¡qué mundo tan desconocido este de las obras!.

El proceso de aprendizaje está siendo intenso, y aunque no logro explicármelo, más allá de adornos y muebles, he conseguido tenerle cariño, incluso a los interruptores. Increíble.