Cuántos oficios perdidos

Toledo

Qué complicado es hoy en día encontrar a ciertos profesionales, ya casi no quedan guarnicioneros, tapiceros, herreros, relojeros, zapateros…oficios tan especiales, tan valorados, que están en peligro de extinción.

Puede ser que hoy en día debido a esa idea de “comprar, usar y tirar” que todos tenemos, nos hayamos ido olvidando poco a poco como clientes, de estos tremendos artesanos.

Acudimos a sus negocios, sobre todo, para realizar encargos especiales, para ocasiones especiales. Supongo, que en estos tiempos, para todos nosotros, este tipo de artículos y este tipo de consumo, tiene ya otro estatus. Afortunadamente, los clientes seguimos apareciendo en sus negocios, fieles a la calidad de sus trabajos.

Es un gusto poder acudir a ferias de artesanía, poder ver y comprar sus productos, ver en ocasiones a los más pequeños con la boca abierta observando su trabajo. Poder hablar con ellos, reencontrarte con ellos año tras año, es una alegría, pero al final, aparece siempre el mismo miedo: ¿Quién se dedicará a esto cuando yo falte?

Pensemos en ellos, qué complicado debe ser para ver que su trabajo no tiene continuidad, no hay aprendices dispuestos a heredar tanto conocimiento y buen hacer, muchos temen jubilarse y que su arte a la hora de trabajar y transformar caiga en el olvido.

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Qué necesarios son los oficios y los artesanos, en este mundo en el que todo va deprisa, cuánto valoramos el tiempo que invierten en su trabajo. Muchas veces es todo un acontecimiento que quede un solo artesano, y creo que de verdad no somos conscientes de que cuando dejan de hacer su trabajo, perdemos una parte de lo que somos, perderemos una parte de nuestro patrimonio.