Cada vez hay menos conciertos
La firma de opinión de la periodista internacional Marisa Muga
00:00
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Ciudad Real
Soy emigrante, hace 35 años que me marché de Ciudad Real y vuelvo cada verano a mi tierra para encontrarme con la familia y con los amigos, he ido siguiendo la evolución de mi ciudad a lo largo de los años y he notado con pena, que se están perdiendo muchos negocios familiares con una larga tradición y están cerrando muchos bares, la mayoría por jubilación, es una pena que nadie recoja el testigo de bares o de comercios que han sido míticos en Ciudad Real.
Un paseo por el centro nos muestra muchos locales vacíos, con los escaparates tapados y con carteles de « Se alquila » o « Se vende » y es desalentador, parece que la vida en la ciudad se va apagando.
Para mi es un lujo poder comprar cualquier cosa que necesite dando un paseo y dejándome aconsejar por un experto, que me deja tocar el généro, que me explica y aconseja y hasta me deja descambiarlo si no me quedo contenta. De paso, me pregunta por la familia y hasta nos contamos algún chisme del barrio si viene al caso.
Y ese lujo se está perdiendo, según un estudio realizado por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, en los últimos 10 años han muerto más de 50000 pequeños comercios en España.
Solo en Ciudad Real capital, según la Cámara provincial de Comercio, desde el inicio de la pandemia, han desaparecido 140 comercios al por menor, negocios de hostelería y peluquería.
Nadie hace nada para frenar el cierre continuado del comercio de barrio, más bien al contrario, parece que se apuesta por centralizar la comercialización de productos de consumo en grandes cadenas de distribución y los centros comerciales en las afueras proliferan, con el rollo que es tener que coger el coche para ir a comprar, además de poco sostenible.
Y la moda de comprar en las plataformas online productos provenientes principalmente de China. Esto no es muy práctico para luchar contra el cambio climático, me resisto a esta práctica, prefiero tocar y probar el género antes de pagar. Y, para terminar, me voy de tiendas, que me queda poco de estar en Ciudad Real y no sé qué me encontraré el año que viene.
