'Rewilding'
La firma de opinión del catedrático de Producción Vegetal de la UCLM, Jorge de las Heras
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El Índice Planeta Vivo, de WWF, nos muestra una desoladora disminución a nivel planetario en los últimos 40 años del 58% en las poblaciones de anfibios, peces, reptiles, mamíferos y aves, variando del 38% en ecosistemas terrestres y marinos al 81% en hábitats de agua dulce.
La pérdida o degradación del hábitat y la sobreexplotación de los animales son las principales causas de estos pronunciados descensos. Desde que comenzó la expansión mundial de los humanos modernos hace más de 10.000 años, se ha producido una intensa sobreexplotación de numerosos vertebrados, con una tendencia a que los animales más grandes sean perseguidos sin descanso.
Cada vez hay más pruebas de que esta pérdida global de vida silvestre, no sólo implica la pérdida de animales carismáticos, sino también de las funciones que tienen en los ecosistemas. Para restaurar estas funciones, ha surgido una nueva técnica de restauración ecológica, denominada rewilding o renaturalización, que tiene como objetivo restaurar los procesos naturales en los ecosistemas en general, centrándose a menudo en la reintroducción de grandes especies silvestres silvestre amenazados de extinción o, en caso de que se extingan, sus equivalentes en la pirámide trófica.
La renaturalización se implementa cada vez más en la práctica a nivel mundial, con un fuerte énfasis en Europa a partir de la reintroducción de grandes herbívoros. La renaturalización o resilvestración, se muestra como una visión innovadora de la conservación de la naturaleza y la restauración ecológica que puede contribuir significativamente al desarrollo rural, a la vez que genera territorios más heterogéneos y con mayor biodiversidad. La idea de aunar desarrollo rural y restauración ecológica parece interesante, por cuanto incide en uno de los problemas más graves de los territorios donde dominan bosques y matorrales ibéricos: la despoblación.
Una de las iniciativas de renaturalización más recientes y novedosas, promovida por la asociación “rewilding Spain”, consiste en la instauración de una zona de bosque primario en la Serranía de Cuenca. Se trata de delimitar una zona de bosque en el que no se va a llevar a cabo intervención alguna durante los próximos años, compensando a los propietarios por la pérdida de ingresos por la madera. La idea consiste en salvar un conjunto de árboles viejos para que puedan seguir haciendo una contribución valiosa al secuestro de carbono, al tiempo que albergan gran parte de la biodiversidad que vive en este ecosistema.
El primer acuerdo se ha firmado en Vega del Codorno, protegiendo durante 30 años un bosque de 264 hectáreas. La renaturalización, sin embargo, choca con el hecho de que el monte mediterráneo actual es producto de la presencia humana. Cuando desaparecen los pueblos de nuestras sierras, se reduce la gestión del monte y aumenta los riesgos de grandes catástrofes naturales como, por ejemplo, devastadores incendios forestales. Probablemente la renaturalización sea una propuesta interesante como una palanca de desarrollo rural, pero la solución ha de pasar necesariamente por la integración sostenible de la actividad humana.