Mireia, mecánica de vocación, la única de su promoción: "Trabajo en lo que me gusta, no hay que tener miedo al qué dirán"

Desde pequeña ya creció entre motores, especialmente de coches y motos, y siempre tuvo claro su vocación. En la vispera del Dia del Trabajo, hemos conocido a Mireia Tejado de 22 años de edad. Lleva 6 años ejerciendo como mecánica en un taller de Alcázar de San Juan. Es de las primeras mujeres que se han integrado en este sector de la Automoción en la comarca.

Nos cuenta con ilusión, que se dedica al mantenimiento de la flota de vehículos de alquiler y venta, realiza los diagnósticos de las averías mecánicas y eléctricas.

Una actividad poco habitual entre mujeres, a la que se incorporó nada más terminar su periodo de practicas después de realizar el Grado de Electromecánica de vehículos en Tomelloso. Su primer empleo en Herencia, donde realizaba la diagnosis de vehículos industriales.

Su familia no le puso ningún impedimento, contó con su apoyo y con el de sus profesores, su tutor le confesó que en 50 años, era la segunda chica que se graduaba en esta especialidad.

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Pero los inicios no fueron fáciles, por su condición de mujer, cuando entregaba el curriculum vitae se lo decían claramente. "No queremos chicas" a los que les contestaba "no me han dado la oportunidad de demostrarles mi valía", asegura.

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Pero una vez dentro, reconoce que ha recibido una buena acogida por parte de los compañeros y de los jefes, a los dos meses ya le hicieron un contrato indefinido. "Cuando metí la cabeza todo me ha ido rodado, aunque es cierto que tenemos que demostrarlo".

Lo peor de este trabajo que le encanta, el horario, compaginarlo con la vida personal es complicado, porque está todo el día fuera de casa.

"Cuando trabajas en algo que te gusta y le pones empeño merece la pena, no debe importar el qué dirán"

—  Mireia Tejado, 22 años, mecánica, contrato indefinido y especialista en vehículos industriales

Mireia recomienda a las chicas que como ella se sientan atraídas por una actividad mayoritariamente desarrollada por hombres, que no les de miedo, "por el qué dirán" que sigan adelante para derribar las barreras.