"Todo hombre debería tener un buen traje y si es a medida, mucho mejor"

Toledo

Cada jueves Maribel Uriel (masquemoda.com) busca en Toledo oficios relacionados con la artesanía y a poder ser con la moda. Por ello perseguía hace meses conocer una sastrería de confección a medida. Así que esta semana nos hemos ido directamente a una tienda con vida propia, porque hasta los maniquís parecen tener vida desde el escaparta y sobre todo elegancia. Siempre hay trasiego en este espacio situado en la calle Corpus Christi de la capital, porque tal y como dice su dueño "las fechas de los eventos se alargan y ya no hay parón en octubre".

Es Julián Muñoz, que junto a su compañero recibe a los clientes con trato familiar, cercano y siempre dispuesto a ayudar ante la preparación de momentos inolvidables. Aunque no solo de bodas vive el hombre, ni de grandes eventos. El día a día también es importante y ahí lo tiene claro nuestro invitado: "Todo hombre debería tener un buen traje, y si es a medida mucho mejor". Lo dice con pasión y devoción, pues su oficio es el de sastre y su título de maestro cortador de la academia española La Confianza también forma parte de la cuidada decoración de la tienda.

Pero más allá de esto es hijo de sastres y esta profesión "la he vivido desde pequeño en casa". Por ello a veces reconoce que se pasa de curioso cuando asiste a un evento y mira cada traje y cada puntada con el disimulo que intenta conseguir.

De lo clásico a la evolución

Los primeros minutos de conversación entre Maribel y Julian son de auténtica moda. Un curioso pero completo cuestionario sobre lo clásico, las tendencias, la evolución del traje, lo largo del chaqué o la vuelta del traje cruzado. Aquí Julián reconoce que el hombra va entrando "poco a poco" en ir innovando. Lo que marca esa fantasía son los complementos y ahí la corbata, unos buenos tirantes, un pañuelo o los gemelos...

El chaqué es la prenda que más ha evolucionado y tras la llegada del azul ahora va abriéndose camino el gris. Aquí Julián Muñoz siempre recomienda un pañuelo blanco. En esta sastrería son pioneros en Toledo en el alquiler de chaqués, que por ejemplo ahora que se acerca el Corpus se intensifican las peticiones. Tienen dos tipos de largo y a partir de ahí pueden rectificar el bajo de pantalón y la longitud de las mangas.

Vivir la experiencia

Comprarse un traje no es algo rápido para luego utilizarlo en un visto y no visto. Desde la elección del tejido, el corte y la composición de todo el conjunto es algo que merece la pena ser cuidado, tanto por cliente como por supuesto por el sastre. Ante la pregunta de donde disfruta más Muñoz, reconoce que tanto en el taller como en la tienda es muy feliz: "Hay días que me concentro mucho en el taller y no tengo reloj, pero de repente extraño la atención al público y me lo paso igual de bien".

Aquí Maribel Uriel ha dejado claro que lo mejor es acudir a la tienda solo, porque si vas muy acompañado recibes demasiadas opiniones que desvirtúan tu gusto. "Lo importante es que el cliente vaya cómodo y sienta que está llevando algo que le gusta y forma parte de su personalidad" dice Julián.

Ataviado de su metro amarillo -"este es mi mejor complemento, me lo coloco a las 7 de la mañana y me lo quito a las 9 de la noche"- pendiente de varios clientes que esperan y revisando unos tirantes que hay junto a la mesa donde realizamos la sección, Julián Muñoz nos despide con amabilidad antes de saludar con la misma cercanía a quien viene a recoger su traje ya dispuesto para ser utilizado.