Comparecencia en el Senado, ausencia en la Facultad
La firma de opinión del catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Castilla-La Mancha, Nicolás García Rivas
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La pasada semana comparecí en la Comisión Constitucional del Senado para exponer mi punto de vista sobre la proposición de ley de amnistía. Fue una comparecencia de una hora en la que pude debatir con los Senadores de todos los grupos políticos.
A dicha Comisión han sido convocados ilustres colegas, la mayoría por el Partido Popular; en mi caso fue un grupo de senadores de la izquierda confederal, que apoya decididamente esta propuesta. Tuvieron en cuenta que en octubre del año pasado me encargué de coordinar y presentar el Dictamen que suscribió Sumar con el que se abrió el debate jurídico en torno a esta polémica decisión política.
En mi comparecencia, les expliqué a los senadores que considero justificada la medida porque el proceso independentista en Cataluña de 2012 a 2017 consistió en una deriva de grave deslealtad constitucional, que se puso frente a nuestra ley fundamental, pero que careció de la gravedad penal que el Tribunal Supremo dedujo después.
La deriva independentista fue respondida de manera contundente por el Gobierno y el Senado con la aplicación del art. 155 de la Constitución, una especie de freno de emergencia político contra este tipo de procesos anticonstitucionales. Ello dejó a Cataluña sin autogobierno autonómico durante seis meses; Cataluña se gobernaba desde el Gobierno de Madrid.
No hubo conductas punibles o, si acaso, alguna desobediencia -delito leve. Esa es mi opinión y la de muchos compañeros penalistas. Por eso me parece justificado que el parlamento del Estado devuelva la situación a ese origen no punitivo.
Al día siguiente asistí en la Universidad de Barcelona a un seminario sobre el mismo tema donde pude debatir con colegas de Derecho penal y de Derecho constitucional; cada cual expuso sus puntos de vista y al terminar la jornada, todos habíamos aprendido.
Por desgracia, en mi propia Facultad de Derecho de Albacete eso no es posible. Se han organizado ya dos mesas redondas sobre el tema y sólo han sido invitados profesores contrarios a la amnistía y que nos consideran a los partidarios de ella poco menos que traidores a la patria; por eso a mí no me han invitado e incluso hay alguno de mis compañeros, poco civilizado, que me ha retirado el saludo.
En una Facultad donde enseñamos a argumentar posturas irreconciliables, porque esa es la esencia del Derecho, no debería existir este tipo de censura, que empobrece a la propia institución. Pero ese es el signo autoritario de los tiempos, contra el que hay que combatir sin descanso.