La defensa de Lomas acudirá al Supremo "si hace falta" para evitar su ingreso en prisión

Ciudad Real

José Lomas, el octogenario de Ciudad Real que en 2021 mató a tiros a un intruso que entró en su casa de campo a robar no entrará en prisión hasta que la sentencia sea firme. La Audiencia Provincial le condenó ayer a seis años y tres meses de cárcel por un delito de homicidio con dolo, ratificando así el veredicto del jurado popular. Juan Manuel Lumbreras, abogado de Lomas, ha anunciado que recurrirán la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia llegando, si hace falta, hasta el Supremo.

La defensa de uno de los casos judiciales más mediáticos de los últimos años cree que la sentencia carece de fundamentación y que la jueza no ha aplicado correctamente las atenuantes de alteración psíquica y confesión que permitirían bajar en dos grados la pena impuesta y rebajar así la condena. La defensa tampoco está de acuerdo con que Lomas deba asumir parte de la indemnización a los padres y hermanos de la víctima que, recuerda, fue quien infringió la ley al entrar en una vivienda ajena.

En declaraciones a la SER, Lumbreras mantiene la misma posición que hace tres años, cuando se produjeron los hechos. Asegura que su cliente debe ser absuelto "más si tenemos en cuenta toda la prueba practica, que es beneficiosa para esta parte pero que, sin embargo, no se ha tenido en cuenta". El abogado pedirá que Lomas quede en libertad provisional, como ha ocurrido desde que cumpliera nueve meses en prisión preventiva, "al cumplir con los requisitos que establece la ley para concedérsela".

El veredicto del jurado popular que le declaró culpable de homicidio con dolo por siete votos a favor y dos en contra, y la sentencia de la Audiencia Provincial de Ciudad Real han causado mucho revuelo entre quienes creen que Lomas actuó en legítima defensa. Casi 13.400 personas han firmado ya una petición en change.org pidiendo el indulto para el librero jubilado, que en 2021 mató a Nelson David, un hondureño de 35 años al que sorprendió de madrugada en su finca portando una motosierra que acababa de sustraer.