El olivar, un cultivo 'refugio' al alza cuando falta el agua: "Se muere antes de frío que de sequía"

Ciudad Real

Pese a las lluvias de los últimos semanas que han hecho que mejoren mucho la situación hídrica en la región, todo apunta a que las situaciones de escasez y sequías van a ser cada vez más recurrentes. Por eso es fundamental que la agricultura de la región estén adaptados. Es el caso del olivar, hasta hace unos años un cultivo refugio para los agricultores, cada vez tiene más implementación y crecimiento en la región.

Y es que como ha explicado en 'Jaraíz' el biólogo y experto en olivar Rafael Navarro este leñoso aguanta muy bien la falta de agua, una situación que solo se dejaría notar en la producción pero no en la salud del árbol. De hecho es más probable que muera de frío que de sequía. "El olivo tolera bien las altas temperaturas pero sufre en las zonas muy frías", explica Navarro.

Se trata de uno de los que menos recursos hídricos necesita, por delante de de la vid y el pistacho y solo mejorado por el almendro. "En comparación con otros cultivos de regadío es capaz de pasar de secano a regadío con unas dotaciones más que moderadas y en buenos suelos con un buen marco y una buena poda es capaz de producir perfectamente. Es muy competitivo en ese sentido".

De hecho, con las dotaciones hídricas actuales en la cuenca alta del Guadiana, que son bastante restrictivas y que se sitúan en 1.250 metros cúbicos por hectárea y año, sería completamente viable y productivo. Unas cantidades que en la viña tan solo servirían como riego de apoyo. En el caso del maíz, las necesidades se irían hasta cifras de entre 5.000 y 10.000 metros cúbicos por hectárea y año.