Agricultores de Castilla-La Mancha en la 'tractorada' de Madrid: "El patriotismo se hace consumiendo productos de cercanía"

Toledo

El sector del campo ha vuelto a manifestarse este domingo en las calles de Madrid. Los tractores han vuelto a circular por el centro de la capital de España en una protesta convocada por Unión de Uniones con muchos agricultores y ganaderos desplazados desde Castilla-La Mancha. Tres de las cinco columnas que esta mañana se dirigían a la capital han partido de las provincias de Cuenca, Guadalajara y Toledo.

Según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid en la manifestación han participado 78 tractores y 450 personas, aunque los convocantes cifran los asistentes en un millar y los vehículos entre 150 y 200. Se trata de la segunda tractorada convocada por Unión de Uniones en la capital de España y la tercera desde que el sector del campo iniciara hace ahora más de un mes sus protestas para denunciar la situación que atraviesa.

Los manifestantes piden reducir la burocracia y las exigencias ambientales de la PAC y un mayor control de las importaciones y el etiquetado de terceros países. Unión de Uniones asegura que las propuestas de Bruselas para suavizar algunas exigencias ambientales de la PAC y aplacar así las protestas sólo afectarán a las explotaciones de menos de diez hectáreas, lo que dejará fuera a la mayoría de los agricultores.

"En Castilla-La Mancha si te dedicas al campo con diez hectáreas no vives, no eres ni dominguero. Cualquier dominguero en la zona de La Mancha puede tener una explotación de 30, 40 ó 50 hectáreas y gente que no es profesional también", asegura a la SER Andrés García Baquero, presidente de Unión de Uniones en Castilla-La Mancha, asociación que no participa en las negociaciones con el Ministerio y la Junta.

"La ciudadanía puede hacer mucho comprando productos de cercanía. El patriotismo se hace comprando producto español y no llevando una pulserita", explica un agricultor llegado desde Orgaz, en Toledo. "Es lo único que pueden hacer y que salvaría un poco al campo. Los pueblos se están abandonando", denunciaba este productor de almendra que pide fijarse bien en el etiquetado de los productos.

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"Cada vez hay más papeleo y cada vez estamos menos tiempo en el campo. Si te quitan horas de trabajo en el campo al final no estás generando ingresos que es lo que nos da una estabilidad económica", explica otro. Los participantes reclaman además precios justos y menos burocracia. "Cada vez tenemos más imposiciones y el que está en una mesa no sabe como es el trabajo que hacemos", asegura una agricultora de Cuenca.

Quejas también entre los participantes sobre el funcionamiento de la Ley de la Cadena Alimentaria con precios impuestos por las grandes comercializadoras que no permiten cubrir los costes de producción, que han subido un 200 ó un 300 por ciento, señalan. "Son ellos los que nos dicen lo que nos van a pagar. Son precios ridículos. Sólo queremos trabajar, no queremos subvenciones", lamenta esta agricultora.