El exjugador del Rebi Cuenca, Fede Pizarro, narra la pesadilla que está viviendo tras firmar por un equipo de Kuwait

Cuenca

Lo que iba a ser una gran oportunidad de conocer una nueva cultura, además de conseguir un gran contrato en Kuwait, se está convirtiendo en toda una pesadilla para el lateral internacional argentino Fede Pizarro, ex jugador del Rebi Cuenca, que pagó de su propio bolsillo su cláusula de rescisión para jugar en el Al-Fahaheel, de la liga kuwaití y que ahora se encuentra sin el dinero y sin equipo.

El pasado viernes 2 de febrero se despedía de Cuenca tras varios años en una emotiva rueda de prensa, el lunes siguiente debía coger un avión con destino Kuwait en el que nunca se pudo montar. Según ha explicado el jugador en SER Deportivos Cuenca, no pudo volar ya que el club le comunicó en un principio que no había llegado su permiso de trabajo. Pasado un tiempo se vuelven a poner en contacto con él para explicarle que el Gobierno de Kuwait le ha denegado el permiso de trabajo y que por tanto dan por cancelado el contrato, cuando ya se había desvinculado de Cuenca y pagado de su propio bolsillo la cláusula para poder salir.

Es en ese momento cuando se ponen en contacto con la Embajada Argentina y descubre que su “visado” no ha sido denegado, tal y como le había comunicado el Al-Fahaheel, que había aprovechado ese tiempo para contactar con otros jugadores.

Son muchas las irregularidades a las que se ha tenido que enfrentar Fede Pizarro. La primera es que fuese el propio jugador el que pagase la cláusula de salida del Rebi Cuenca. “Me dijeron que la pagase yo y que cuando llegase allí con la primera mensualidad me la abonarían ya que no querían hacer ninguna transferencia bancaria con España. Como el contrato era muy bueno yo accedí, pero es evidente que fue un error del que me arrepiento”.

La segunda cosa poco común que sufrió es que cuando firmó el contrato nunca tuvo una copia del mismo firmado por el presidente del club árabe.

Ahora Fede Pizarro se encuentra en España, sin contrato, ya que ni siquiera pagaron el transfer para llevarse su ficha que sigue en la Federación Española de Balonmano. No pide nada más que le abonen ese dinero de la rescisión del contrato con el Rebi Cuenca y dos meses de salario, que es lo que estipulaba su contrato en el caso de rescindir de forma unilateral.