El Museo de Sara Montiel en Campo de Criptana, un homenaje a una artista de leyenda

Toledo

Es una de nuestras grandes leyendas, una artista única por su cine y su música para el recuerdo y, sí, por su forma de ser y de entender la vida. Su nombre, María Antonia Alejandra Vicenta Elpidia Isidora Abad Fernández, pero todos las conocemos por su sombre artístico, Sara Montiel. Nacida en Campo de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real, para el recuerdo películas como 'La Violetera', 'Dos pasiones y un amor' o 'El último cuplé'...y por supuesto, escenas inolvidables.

En el programa El Viaje empieza aquí hemos conocido el Museo de Sara Montiel. Situado en plena Sierra de los Molinos, concretamente en el molino 'Culebro' de Campo de Criptana podemos hacer un recorrido por todos sus éxitos y recuerdos gracias a fotografías, vestidos y demás reliquias de la artista fallecida en 2013.

Juan Calonje, el guía turístico que realiza visitas guiadas por esta auténtica joya, recuerda que el museo, que inicialmente fue inaugurado en el año 1991, cuenta con piezas que fueron cedidas por la propia Sara Montiel. Destaca que hay fotografías, cuadros, carteles de algunas de sus películas, vestidos, e incluso, el mítico piano donde se compuso 'El último cuplé'. En total cerca de un centenar de piezas entre las que donó la propia artista además de otras aportadas por su círculo más cercano y por el Ayuntamiento de Campo de Criptana.

Calonje recuerda que en la localidad hay otros puntos que hacen referencia a Sara Montiel como la casa donde nació, que se conserva actualmente y aunque no es visitable sí que hay una placa conmemorativa. También hay una escultura en la avenida que lleva su nombre donde año tras año se produce un homenaje a su figura con diferentes actividades musicales y culturales.

Por último, nos ha explicado que en la visita al museo primero se habla de los inicios de Sara Montiel y como es en un colegio de mojas donde aprende a cantar saetas descubriendo "una bella voz". Después se cuenta como participa en un concurso de talentos en el Parque del Retiro de Madrid. Asegura que Sara Montiel sigue teniendo muchos admiradores en México. Museo que se puede visitar, prácticamente, todos los días de la semana acudiendo previamente a la oficina de turismo de Campo de Criptana.

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Programa donde también hemos hablado con Pedro Manuel Víllora, dramaturgo, escritor, natural de La Roda en Albacete que es el autor de las memorias de Sara Montiel 'Vivir es un placer' y fue también fue el creador y director del 'La reina del cuplé'. Con él hemos hablado de la biografía de la artista ciudadrealeña. Asegura que se sentía "muy cercana a sus orígenes". Recuerda que ella nace en el seno de una familia humilde en los años 20. Eso sí, ella se sentía "muy bien en Campo de Criptana".

Sobre su carrera, dice que después de hacer cine en España desde finales de los años 40, por impulso de Miguel Miura y de su amiga, María Dolores Pradera, se marcha a México donde tiene una carrera "muy interesante" empezando a cantar en espectáculos de la orquesta de Agustín Lara y haciendo diferentes películas. Es de esta manera como es descubierta por cazatalentos de Hollywood donde realizaría tres películas.

Precisamente, hay una película mítica de 'Hollywood' que es 'El Cid', personaje español donde los haya que fue dirigida por Anthony Mann, casado en aquel entonces con Sara Montiel. Ella llegó a decir en alguna entrevista que ella le dio la idea, pero no salió en la película; sí que lo hizo Sophia Loren. Pedro Manuel Víllora cuenta que Sara Montiel le dijo que "no era una película para ella" porque el personaje de Doña Jimena era secundario en comparación al personaje de El Cid aunque hay mucha leyenda en torno a esta historia. Lo que si es cierto es que tras dejar, relativamente joven, el mundo del cine rechazó papeles que le ofrecieron directores tan importantes como el también castellanomanchego, Pedro Almodóvar.

Sobre la forma especial de entender la vida que tenía Sara Montiel, asegura que era tan especial porque ella "era completamente libre" y sabía que "mientras no hiciese daño a nadie podría permitirse cualquier cosa, y eso es un ejemplo a seguir". Asegura que era una mujer que "no tenía reparo en decir lo que se le venía a la cabeza, que generalmente eran cosas divertidas e inteligentes". Además, tenía un gran sentido del humor. Era "muy divertida, muy inteligente y muy libre".