Los arqueólogos datan el cementerio más antiguo de la Serranía de Cuenca

Cuenca

Los estudios arqueológicos llevados a cabo en la cueva de la Mora de Huerta del Marquesado (Cuenca) arrojan conclusiones sobre el paso de un modo de vida nómada a otra sedentaria en la Serranía conquense y datan los enterramientos en el lugar entre el 2.200 y el 2.500 a. C. Los arqueólogos de la empresa Heroica Arqueología, Santiago Domínguez y Miguel Osma han realizado esa investigación a instancias del Ayuntamiento de Huerta del Marquesado y nos han dado más detalles en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.

Estos profesionales llevan varios años estudiando la prehistoria en la Serranía de Cuenca. Buscando restos para un estudio arqueológico específico sobre castros celtibéricos, llegaron a Huerta del Marquesado para estudiar el asentamiento del Cerrito del Moro “que está dando unos resultados muy interesante y en el que hemos encontrado hasta un ídolo de plata”, dice Domínguez.

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La cueva de la Mora

Animados por el alcalde, decidieron investigar también en la cueva de la Mora, una gruta pequeña de doce metros de profundidad por cuatro de alto, con una anchura de entre 50 centímetros y dos metros, abierta en medio de una pared rocosa a cuya entrada tiene una ladera de tierra procedente del interior de la gruta “con restos de la entrada y vestíbulo de la cueva”, apuntan. “Mientras subes a la entrada ya vas viendo todo lo que ha salido fuera por la erosión de miles de años”.

Aquellos primeros indicios de presencia humana en el lugar les confirmaron que tenían que hacer un estudio más pormenorizado de la gruta y que se materializó en dos campañas de excavaciones en 2021 y 2022. “Lo primero fue hacer topografías e investigar los alrededores”, apunta Domínguez, “lo que los arqueólogos llamamos prospectar”.

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Cueva sepulcral

En los estratos más someros, los restos estudiados confirman la ocupación de la cueva hasta prácticamente la actualidad. “Las cerámicas y restos humanos hallados en el siguiente nivel nos data el lugar en la Edad del Bronce”, apunta Domínguez. “Restos humanos que fueron expuestos al fuego. Más abajo hemos encontrado vestigios de un uso habitacional. Durante el Neolítico y el Paleolítico Superior la gente sigue siendo nómada en la Serranía de Cuenca, cazadores-recolectores, forrajeadores, y utilizan ese espacio como un punto de habitación”.

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Los restos datados en torno al 2.400 a. C., a finales del Calcolítico, confirman que la cueva de la Mora de Huerta del Marquesado se usaba como lugar de enterramiento humano. “La gente que vivía en los alrededores o en zonas cercanas, utilizan la cueva como cementerio estable”, apunta Osma, “lo que nos indica que eran sedentarios. Este dato es muy importante para conocer cuándo la gente empezó a sedentarizarse en la Serranía de Cuenca”.

“Si eres nómada no haces cementerios”, matiza Domínguez. “En cambio, cuando te apropias de un terreno y lo reivindicas como propio, ya colocas a los muertos de forma estable en un cementerio”.

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El cementerio más antiguo

¿Podemos estar hablando del cementerio más antiguo de la Serranía de Cuenca? Domínguez dice que “de los que conocemos sí porque los datos del Carbono 14 anteriores que tenemos de un estudio de los Riscos de la Escaleruela en Valdecabras, son del 2.000 a. C.”.

La importancia de esta datación de la cueva de la Mora radica en fechar ese paso al sedentarismo en la zona en comparación a otros lugares de la península Ibérica “donde hay disimetrías entre la zona del Mediterráneo, Andalucía o el norte”, explica Domínguez, “hay diferencias en la fecha de los poblamientos”.

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Próximos estudios

Con todo lo averiguada hasta ahora en este yacimiento arqueológico de Huerta del Marquesado, desde Heroica Arqueología apuntan a "próximas campañas para excavar en extensión y averiguar cuáles fueron los rituales de enterramiento y compararlos con otros pueblos etnográficos del mundo que entierran en cuevas”.

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Jornadas divulgativas

La localidad de Huerta del Marquesado sigue con interés los trabajos de investigación arqueológica tanto en la cueva de la Mora como en el Cerrito del Moro y cada mes de agosto, desde que comenzaron los trabajos, se celebran unas jornadas divulgativas que incluyen conferencias, visitas al lugar o exposición de los restos localizados. Lo más reciente es la publicación del libro Las cuevas sepulcrales de la provincia de Cuenca que han coordinado estos dos arqueólogos y que incluye estudios de otras grutas conquenses como la Cañada del Estrecho de Villares del Sazelaborado por María José Bernárdez y Juan Carlos Guisado.