¿Te apetece un vino caliente?

Ciudad Real

Sin duda una de las imágenes más típicas de las fechas navideñas son los tradicionales mercadillos navideños, una cita que en el norte de Europa viene acompañados por un protagonista que ayuda a combatir el frío de estas zonas en esta época: el vino caliente.

Una costumbre que está llegando también a España y esta bebida especiada ya la podemos encontrar en muchos puntos de nuestro país. Es el caso de la 'pop-up' que se ubica cada año en la madrileña Plaza de España, donde se ubica una gran espacio con aires muy alpinos: desde pista de hielo, a comida e incluso podemos disfrutar de este vino caliente que tiene alma manchega.

Y es que como nos ha explicado en 'Entre vinos' Javier Muñoz-Calero, chef del restaurante Ovillo, se elabora con un tinto roble de la bodega El Progreso de Villarrubia de los Ojos. Además nos ha dado algunos trucos para poder elaborar esta bebida en nuestra propia casa. Muñoz-Calero se formó en un cantón de Suiza y de ahí viene esta afición que ha convertido en tradición en el centro de la capital española.

La clave, destaca, está en calentar el vino y llevarlo a ebullición. Después se va espolvoreando el azúcar moreno o la miel poco a poco para que no se vaya al fondo y se caramelice o se queme. Una vez hecho este paso se empieza a añadir las especias como canela y clavo. Además se incorporan unas cáscaras de naranja o limón.

Una bebida que tiene menos carga alcohólica, ya que la mayor parte se evapora, y que se debe servir en taza de cerámica.

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El vino caliente es más propio de Centroeuropa: en Francia se le conoce como vin chaud (vino caliente), en Hungría como forralt bor (vino quemado), en Alemania glühwein (vino encendido), glögg en Escandinavia, o vin brulé en Italia.