Microtraumas: cómo nos influyen y qué recursos tenemos para combatirlos
La psiquiatra Rosa Molina publica un libro para identificar tus heridas emocionales y que tu pasado no condicione tu futuro
Microtraumas: cómo nos influyen y qué recursos tenemos para combatirlos
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Cuenca
La psiquiatría Rosa Molina acaba de publicar el libro Tus microtraumas: cómo identificar tus heridas emocionales para que tu pasado no condiciones tu futuro en el que aborda como pueden influirnos los traumas más comunes de nuestra sociedad actual y qué recursos disponemos para modificar su influencia negativa. Nos lo ha contado en el espacio Escuela de Salud que coordina Beatriz Hernández y que emitimos los miércoles cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca.
Rosa Molina es especialista en Psiquiatría en el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, tiene un máster en Neurociencias, es doctora por la Universidad Complutense de Madrid y docente universitaria. Ha coordinado la sección de Neurociencia Clínica de la Asociación Española de Neuropsiquiatría y ha publicado diversos artículos científicos. Actualmente realiza una importante actividad de divulgación en salud mental a través del podcast De piel a cabeza.
¿Qué es un trauma?
Cuando hablamos de un trauma psicológico nos referimos a una experiencia que ha sido abrumadora o angustiante y que deja una marca duradera en la salud mental de la persona. Pueden surgir de eventos como un abuso o un accidente grave, una pérdida traumática, una situación de violencia y los efectos pueden manifestarse en forma de un trastorno de estrés postraumático o como cuadros de ansiedad, de depresión, dificultad en las relaciones interpersonales. Nos deja en una situación de vulnerabilidad.
¿Cómo trabajar un trauma?
Siempre hay que hacer un enfoque integral aunque variará mucho dependiendo de la gravedad del trauma y las necesidades específicas de cada persona. Como profesional, mi recomendación principal es, en primer lugar informarnos ya que va a ser fundamental poder entender qué es lo que nos pasa. Luego, apoyarnos socialmente con amigos, familiares,… Apoyarnos en nuestro entorno. Pero como profesional debo recomendar acudir a un profesional que siempre nos va a dar la mejor orientación y, actualmente, podemos intervenir con distintas psicoterapias, terapias cognitivo-conductual, unas técnicas más recientes o menos conocidas por la población como el EMDR de sensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares, entre otras.
Efectos biológicos
Los traumas producen cambios en nuestro organismo. La mente y el cuerpo están totalmente conectados, la relación es compleja y las experiencias traumáticas pueden dejar una huella en diversos sistemas biológicos. El trauma, por ejemplo, puede activar nuestro sistema nervioso autónomo. Se encarga de nuestra respuesta de lucha, huida o congelación y nos puede dejar una respuesta de dificultad manteniendo el tiempo de poder regular nuestros niveles de estrés y de estar híper alerta continuamente.
Las experiencias traumáticas también aumentan nuestros niveles de hormonas. La más conocida es el cortisol, pero también la adrenalina, que al final van a tener un impacto sobre otros sistemas como el cardiovascular, el inmunológico o el metabólico. Además, a nivel cerebral, sabemos que hay cambios que se han podido evidenciar por estudios de neuroimagen en regiones tan claves como la amígdala el hipocampo, está implicada en nuestras memorias, o la corteza prefrontal.
Puede influir por tanto en nuestras capacidades para la regulación emocional o incluso en la toma de decisiones.
Traumas transgeneracionales
Los traumas pueden llegar a marcar nuestros genes. No es que cambie nuestro ADN pero cambia la expresión génica debido a esos cambios que llamamos epigenéticos. Adultos que han experimentado, por ejemplo traumas, pueden modelar comportamientos en sus hijos. Estas personas pueden tener patrones de afrontamiento poco saludables o tener dificultades en la regulación emocional y en las estrategias para afrontar situaciones adversas en la vida. Esto puede ser imitado por sus hijos. Puede haber un aprendizaje. Las actitudes que se forman como resultado del trauma, también las podemos transmitir a los más pequeños. Los traumas no resueltos pueden afectar a la dinámica familiar, generar presiones, conflictos y disfunciones. Los niños pueden entrar a formar parte de esas dinámicas y puede terminar afectando al desarrollo emocional y social.
Microtraumas
El término no viene a minimizar la importancia de otros eventos. Pueden tener el mismo impacto que esos traumas mayores, pero no vienen a amenazar nuestra vida, es decir, no ponen en jaque. Sin embargo, el impacto puede ser el mismo que el de esos traumas de T mayúscula o de alto voltaje.
Algunos microtraumas pueden llegar por situaciones de maltrato, que puede ser verbal, en la infancia, situaciones de humillación repetidas como el abuso escolar, situaciones de humillación en el trabajo,… Todas estas situaciones que parece que no amenazan sí pueden llegar a tener un impacto tan grande en nuestra salud mental como esos otros traumas que todos reconocemos.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...