Imagina Talavera

Talavera de la Reina

Este lunes, 20 de noviembre, me resulta inevitable acordarme de la infancia, cuando todavía la fecha sonaba a la muerte de los caudillos y líderes de la extrema derecha española.

Pocos años después, alguien quería compensarlo, recordando que también en esa fecha había muerto un personaje más cercano a los intereses del pueblo: Buenaventura Durruti. Y años más tarde la fecha volvía a resonar cuando los mismos defensores nostálgicos del viejo franquismo la escogían de forma siniestra para acabar con la vida de dos supuestos enemigos, representantes parlamentarios.

Hoy, el 20 de noviembre que me gustaría recordar no es ninguno de estos, de las dos Españas. Sino, por el contrario, el primero en el que resonó la idea de soberanía nacional. Cuando hace 503 años, los Comuneros le dijeron al Almirante de Castilla, uno de los gobernadores que había dejado Carlos V; que el reino debía mandar sobre el rey, y no el rey sobre el reino. Esta fecha, aunque anterior, está mucho más vigente hoy, porque nos sigue recordando que la soberanía debe estar siempre en la gente. Que las instituciones y las normas están a su servicio, y no al revés.

Estos días aún hay quienes siguen pretendiendo que la legalidad es sagrada, e inamovible, y que está por encima de la soberanía de las naciones. Olvidan que las normas cambian, y que intentar poner las instituciones sobre la voluntad popular es una imposición injusta, que pagan, antes o después, quienes lo cometen. Porque la soberanía de las Comunidades a la larga, prevalece.