Toledo y Ciudad Real contarán con nuevas zonas de reintroducción del lince ibérico

Toledo

Las provincias de Toledo y Ciudad Real contarán con cuatro nuevas zonas de reintroducción del lince ibérico. Estarán ubicadas en Cabañeros, Quintos de Mora, Urda y la comarca de la Jara, en Toledo, y Castilseros y Ballesteros de Calatrava, en Ciudad Real. La directora general de Biodiversidad de la Junta, Susana Jara, ha avanzado en la SER que el objetivo es que estas zonas sean utilizadas como corredores para conectar las poblaciones ya estables de Sierra Morena y Montes de Toledo.

"Serán puntos de conexión entre las poblaciones ya asentadas en Montes de Toledo y Sierra Morena, con problemas de consanguinidad y de endogamia", explica Jara. La reintroducción del lince en estas zonas, conocidas como 'stepping stones', se hará de forma gradual. La presencia de abundante conejo en estas zonas y la calidad de su hábitat convierte a estas zonas, según Susana Jara, en idóneas para la presencia estable de lince ibérico.

El asentamiento de las poblaciones llevará aparejadas actuaciones en materia de vallado y señalización de carreteras, rampas de salida en balsas de riego, pasos de fauna o sellado de pozos. Trabajos que buscan minimizar las causas de muerte no natural en el lince ibérico y que, según la Junta, no afectarán a la actividad agraria o cinegética. Jara explica que la presencia de este felino reduce además la presencia de otros depredadores como el zorro o el meloncillo.

En Castilla-La Mancha, los sucesivos proyectos de recuperación del lince, aún en peligro de extinción, han hecho que la población actual de este felino en la región alcance los 582 ejemplares, 223 de ellos cachorros nacidos en 2022. La península cuenta con 15 núcleos de población estable y una población total que se acerca a los 1.700 ejemplares. El de Sierra Morena, con 782 ejemplares, es el más numeroso, seguido del que habita los Montes de Toledo, con 272.