Imagina Talavera

Talavera de la Reina

Imagina Talavera como una ciudad y una comarca donde la compra diaria se hiciera sin temor a las subidas de los precios, donde no te llegaran tampoco esos sustos de la factura la luz en invierno, donde nadie tuviera miedo a no poder pagar un alquiler, o no poder adquirir una vivienda digna, por la misma subida descontrolada de los precios.

Eso sería una ciudad más tranquila, con mejor calidad de vida. Eso significaría no estar sometidos a los vaivenes de la especulación, de ese Dios moderno que llaman 'el mercado libre', y que incluso ha servido para disculpar la inmoralidad económica diciendo: 'es el mercado amigo'. Porque el libre mercado, como cualquier otra base social, no puede ser nunca un Dogma, y ese es el gran peligro, que el liberalismo se ha convertido en un Dogma.

Olvidando que desde 1765 al menos los ensayos liberales funcionaron cuando eran de sentido común, como acabar entonces con el monopolio de Cádiz que no daba abasto para todo el comercio americano, pero fracasaron cuando se liberalizaba también el precio del trigo y del pan, que subió a niveles desorbitados, desatando las iras del pueblo en los famosos motines de los que recordamos el de Esquilache en Madrid. Dos siglos y medio después, seguimos cayendo en los mismos errores.

Con los artículos de primera necesidad, incluida la vivienda y la energía, no se juega. Porque ni el juego del mercado ni ningún otro puede quitarnos la tranquilidad mínima, y los poderes públicos deben intervenir para garantizar su estabilidad, ayudando a crear una sociedad segura.

Imagina Talavera con esa seguridad.

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